Ha vivido una de las peores experiencias de su vida. Tamara Gorro había decidido trasladarse hasta Valencia para disfrutar, en primera persona, de las Fallas. Nunca antes había estado, así que se encontraba muy emocionada. Y no fue para menos. La colaboradora se lo pasó en grande hasta que un trágico suceso empañó la noche. Ella misma se encargaba de comunicarlo a todos sus seguidores: le habían robado todo. Lo que había empezado como una fiesta terminó en comisaría...
La primera vez en las Fallas nunca se olvida. Los monumentos, la animación, la pólvora, todo forma parte de un conjunto en el que, cada año, se adentran millones de personas. Valencia vive su semana grande y nadie quiere perdérselo. Tampoco los famosos, claro. Pese a que muchos salgan escaldados de la ironía con la que los tratan los artistas falleros -¿cuántos ninots habrá protagonizado Belén Esteban a lo largo de su carrera televisiva?-.
Tamara Gorro nunca había estado en Falles y se disponía a vivirlo a lo grande. Con muchas ganas de pasárselo bien, la colaboradora fue retransmitiendo algunos de sus movimientos a su familia virtual. Bailó, cantó y disfrutó como la que más. Al menos, mientras tuvo ánimo para hacerlo. De repente, todo se torcía ante sus ojos. Gorro sufría un contratiempo con muy mala intención y tenía que dejar la fiesta para otro momento. Unos desaprensivos le robaban todo lo que llevaba encima.
“Así acabamos las Fallas”, explicaba mientras se dirigía hacia la comisaría. “Me acaban de abrir el bolso y robar absolutamente todo”. Un enorme disgusto que la colaboradora no podía ni procesar. “Increíble, la verdad. Empezar una fiesta así y terminarla de esta manera”. Con rapidez, Tamara anulaba todas las tarjetas y ponía en conocimiento de las autoridades lo que había ocurrido. “Qué pena que la gente salga a divertirse y haya cuatro sinvergüenzas que vengan a joder a los demás”.
El enfado de la colaboradora no era poco, pero todo iba a ir a peor. Hasta la mañana siguiente, Gorro no recapacitó sobre lo que le habían sustraído. Ya no era solo el valor material, también cuenta, y mucho, el sentimental. La colaboradora contaba que le habían quitado la primera fotografía que tiene de su hija Shaila y un colgante que le regaló su abuela. Ojalá pueda recuperar algo de todo eso.