La ruptura de Isabel Preysler (71 años) y Mario Vargas Llosa (86 años) pilló a todos por sorpresa. Si bien la reina de corazones señala a los celos infundados por parte del Premio Nobel como el principal motivo de la separación, el escritor no tardó en salir a desmentirlo. ¿Entonces, qué ha pasado entre ellos? A lo largo de estos días se han dado infinidad de informaciones contradictorias, pero al fin hemos conocido el detonante de la ruptura: Tamara Falcó (41 años).
Tal y como ha publicado Lecturas en exclusiva, nos tenemos que remontar al pasado mes de octubre para fechar el momento que comenzó el declive de la pareja. Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler protagonizaron un fuerte desencuentro a consecuencia de las polémicas declaraciones que hizo la marquesa de Griñón en el congreso ultracatólico que se celebró en México y con las que el escritor fue muy crítico en privado, algo que molestó mucho a Isabel y a todas sus hijas. Pero, ¿cómo se llevaba realmente el Premio Nobel con Tamara Falcó?
Sabemos que Ana Boyer no se tomó bien la relación de su madre con Vargas Llosa por la premura de la muerte de Miguel Boyer, pero Tamara fue diferente. De los hijos de Isabel Preysler es la que ha compartido más tiempo con Vargas Llosa y, a juzgar por sus declaraciones, congeniaron a las mil maravillas desde el primer momento. Convivieron juntos durante años hasta que la marquesa de Griñón decidió independizarse, han compartido semanas de vacaciones, acudido a decenas de fiestas... detalles que les llevó a conocerse muy bien.
En una entrevista de 2015, el escritor destacó el "espíritu emprendedor y optimista" de Falcó. "Siempre está de buen humor y siempre risueña", revelaba a la vez que comparaba a la marquesa con su abuela Beatriz Arrastia, madre de Isabel Preysler.
De la misma forma, Tamara siempre ha hablado con cariño y admiración de 'tito Mario', como lo llamaba ella. "Es un amor. Es una persona con una disciplina tan férrea... Es una persona llena de vida y siempre tiene una palabra amable", confesaba en 'El Hormiguero' hace años. Además, no dudaba en pedirle ayuda siempre que lo necesitaba: "Le interesa todo, habla con el jardinero, con el guarda de la caseta, con todo el mundo. Y todos los días tiene la misma rutina: se levanta a las 5:30, lee, hace deporte durante una hora, se ducha, desayuna y ya empieza a escribir. Pero es que de trato es genial porque le interesa todo", manifestaba con orgullo.
Quizás fue ese buen rollo lo que llevó al Nobel a aceptar la propuesta de Tamara y aparecer en su documental en Netflix, algo que ha sido muy criticado. Pero no solo eso, el escritor tampoco faltó en la gran final de 'Masterchef celebrity' e incluso aceptó ser entrevistado por la hija de su pareja para la revista 'Vanity Fair'. "Ha sido una suerte que mi madre encontrase un compañero de vida a esta edad. Mario ha resultado ser un compañero maravilloso", decía por aquel entonces.
Las cosas han cambiado mucho y todo parece indicar que la decepción que ahora siente Isabel Preysler por el escritor se ha trasladado también a sus hijas, cuyo deseo es que su madre sea feliz.