¡Socorro! Tamara Falcó (41 años) se ha quedado sin vestido de novia. Como lo lees, a solo dos meses de su boda con Íñigo Onieva (33 años) en la finca de El Rincón, la marquesa de Griñón no tiene qué ponerse.
Lo que en un principio parecía una relación idílica entre Tamara y la firma 'Sophie et voilà', ha desembocado en una enemistad insalvable por las fuertes "exigencias" que la hija de Isabel Preysler ponía en cada visita al atelier. Ha sido la marca española quien ha hecho público el fin de su contrato a través de un rotundo comunicado emitido por Sofía Arribas y Saioa Goitia, dueñas de la marca.
“Nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño”, aseguran dejando entrever que el deseo de Tamara no sería otro que copiar un modelo ya existente de otro modisto.
“Lamentablemente, el acuerdo entre 'Sophie et Voilà' y la señora Falcó para la confección de su vestido de novia ha tenido que ser resuelto como consecuencia del incumplimiento contractual por parte de la señora Falcó”, explican.
A priori, la idea de la marca era crear un diseño desde cero para el gran día de Tamara Falcó, algo que no les podía hacer más ilusión "cuidando cada detalle y escuchando sus ideas". De hecho, hace solo unos meses confesaban que la joven estaba "preciosa y pletórica" tras la primera prueba. Sin embargo, lo que era un sueño para todos se ha convertido en una pesadilla para las diseñadoras, que decidían romper el contrato tras no llegar a un acuerdo con la protagonista. "Por el respeto que nos merece la originalidad de los trabajos de otras marcas de alta costura, no podemos cumplir con determinadas exigencias de la señora Falcó, que desde el inicio de la relación hemos desaconsejado y negado a realizar por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma", sentencian.
Tal y como ha publicado El País, aunque desde la marcan han hecho lo imposible por reconducir la situación ofreciendo a Tamara infinidad de alternativas, en las últimas semanas la situación se ha vuelto "insostenible", lo que les ha llevado a tomar esta drástica decisión conscientes del revuelo mediático que se iba a crear a su alrededor.
Al menos por el momento, Tamara Falcó mantiene silencio en medio de esta polémica que le afecta de pleno y que ha sacado a relucir una faceta totalmente desconocida.
Tamara Falcó se entera por los medios de que se ha quedado sin vestido de novia
Al parecer, la propia maquesa desconocía la decisión de la firma de poner punto y final a su contrato laboral. "Es una decepción enorme (...) No me esperaba enterarme de esta decisión por un comunicado oficial", declaraba a Hola.com
"Nunca pensé que llegaríamos a este punto", dice con decepción. "Estábamos trabajando, al menos por nuestra parte, en un entendimiento". De lo que se extrae que las diferencias han sido constantes y habituales.
Por su parte Tamara niega que haya solicitado a la firma que copiasen otros diseños: "Niego categóricamente que eso sea cierto. ¡Cómo voy a pedir que hagan algo así si yo soy la primera que me dedico a la moda! Tengo un respeto máximo a los diseñadores y a todos los trabajos relacionados con la profesión".
De Pedro del Hierro a Rosa Clará o Juan Avellaneda: ¿Quién vestirá a Tamara Falcó en su boda?
La firma vasca estaba trabajando en varios diseños que Tamara Falcó luciría en el día de su boda el próximo 8 de junio, dos vestidos exclusivos que nunca verán la luz. A partir de ahora comienza una carrera contrarreloj por conseguir un diseñador que le confeccione un vestido de novia exclusivo y adaptado a sus gustos en tiempo récord. ¿Quiénes podrían ser los encargados de realizar los vestidos del día más importante de la marquesa?
Griñón tiene por delante encontrar una firma con la que sí encaje. Aunque el tiempo corre en su contra, dar con una marca cuyo diseñador o diseñadora entienda a la perfección lo que Tamara busca va a ser ardua tarea, especialmente porque los días corren en el calendario. Quizás por eso, no haya solución mejor que jugar sobre seguro, apostar por el talento de alguien que ya conozca los gustos de la propia Falcó, ¿un buen amigo quizás? Juan Avellaneda sería la persona ideal, puesto que son íntimos. La marquesa tiene fe ciega en su colega, especialmente en cuanto a cuestiones de estilo se refiere. De hecho, le escogió como su mano derecha creativa a la hora de convertir 'El Rincón', su palacete, en en restaurante de lujo (tal y como vimos en su reality). Juan tiene un gusto exquisito para el patronaje más chic, pero sucede que el diseñador está especializado en moda masculina y no en trajes nupciales. No vemos a Tamara casándose de esmoquin, aunque daría el golpe. Probablemente opte por una opción más segura...
Lo que nos lleva a Rosa Clará o Pronovias, firmas nupciales con larga trayectoria a la hora de vestir a las novias más exigentes. La familia Preysler ha estado vinculada con ambas marcas, por lo que podría suceder que, para esta gran ocasión, Tamara se decantara por ellas.
¿Y si se diseña ella misma su propio vestido? Tengamos en cuenta que la futura mujer de Íñigo Onieva es diseñadora, de hecho, hace solo una semana, presentaba en el jardín de su madre su nueva colección con la firma Pedro del Hierro. Sería una ocasión de oro para callar bocas a todos los que han criticado su talento y demostrarles lo capacitada que está. Su propio vestido de novia sería la mejor de sus cartas de presentación.