Hemos tenido que esperar algunas semanas para ver lo guapísima que está Tamara Falcó. Después de estar algún tiempo sin subir contenido actual de ella misma a redes sociales nuestra queridísima influencer de la familia Preysler regresa a la palestra; y lo hace tras haber pasado un verano de lo más ‘detox’.
Tamara, siguiendo los pasos de Mario Vargas Llosa, reservó una habitacioncita en la clínica Bunchinger donde ya estuvo la semana pasada. Este centro, dedicado al descanso y al bienestar, apuesta por planes de comida que consiguen que sus clientes bajen peso, así que es de lo más popular entre las celebridades que quieren quitarse algunos kilos. Además, el deporte al aire libre y las sesiones de Yoga y Pilates son otra parte fundamental de su éxito.
La vuelta de Tamara a las redes y, parece, a los grandes eventos, ha venido de manos de la boda de unos amigos que se casaron este fin de semana en Menorca. Ella acudió como invitada con un bonito vestido de manga la sisa, realizado en seda, en tonos verdes y drapeado a la altura del vientre. Un estilo bohemio, con el que se alió a raíz de dar su salto a la moda como diseñadora, ¿será este modelo creación suya?