En un giro de los acontecimientos, Tamara Falcó ha protagonizado su primer acto público en el Teatro Real de Madrid tras su tormentosa ruptura con Íñigo Onieva. La expectación es máxima. La hija de Isabel Preysler ha abandonado su escondite, Villa Meona, la mansión familiar que había convertido en abrigo en medio de la tormenta, y también en punto de encuentro con su círculo de confianza, como su hermana Ana Boyer y parte de la familia Verdasco.
Después del agravio de enterarse de la infidelidad de su novio a través de un vídeo que se ha difundido a lo largo y ancho de las redes sociales, viralizándose solo un día después de anunciar su compromiso nupcial, Tamara Falcó ha vuelto a la primera línea aguantando el tipo. El trance, tarde o temprano, lo tenía que pasar y la colaboradora televisiva, que tan feliz se mostraba en 'El Hormiguero' contando los detalles más jugosos de una boda que finalmente no será, ha optado por quitárselo de encima lo antes posible. Lo ha hecho arropada y acompañada de Eugenia Silva, la otra embajadora de Kronos Homes, el estudio de arquitectura que celebra su octavo aniversario y en el que confió para su exclusivo ático. Lo primero que ha hecho la marquesa de Griñón ha sido confesarse con Jorge Javier Vázquez y sentenciar su relación con Íñigo en una conexión que ha hecho con 'Sálvame' antes de llegar al Teatro Real.
Han sido días de dolor, angustia, ira, decepción, pero también de mantener la cabeza fría para que la puesta en escena de su reaparición salga como ella desea. La que ha sufrido la infidelidad del empresario ha sido ella. La que ha sido arrastrada en público por las mentiras de Íñigo Onieva ha sido ella. La que ha acariciado con la punta de los dedos su sueño de celebrar una boda de cuento el 17 de junio de 2023 es Tamara Falcó.
El objetivo de la hija de Isabel Preysler es dar la cara tras la montaña rusa de emociones, pero ¿y las intenciones? Sin duda, una de las más importante es cortar de raíz las especulaciones y confirmar la ruptura con Íñigo Onieva, pero la gran pregunta que sobrevuela el ambiente es sobre los términos que usará para referirse a su ya exprometido. El entorno de Íñigo, que se encuentra también escondido y con quien Tamara ha vivido dos años de amor, dicen que "está muy afectado" por el daño que ha causado a su novia y a su familia, y "no para de llorar". La marquesa de Griñón tiene en su mano mostrar clemencia hacia el ingeniero o hundirle para siempre. Aunque es justo decir que ha destrozado su imagen pública él solo. De momento, Falcó ya le ha dado un ultimátum y le ha pedido que recoja sus enseres de la casa que compartían.