Se cumple una semana del fallecimiento de Beatriz Arrastia, la madre de Isabel Preysler. Si algo han destacado durante estos días los allegados a la familia, ha sido la fuerte unión que tanto su hija como sus nietos mantuvieron con ella hasta el último momento. Una unión de la que hoy ha hablado Tamara Falcó en una publicación que ha hecho en Instagram. Después de unos días con esta gran ausencia en la familia, la colaboradora de ‘El Hormiguero’ le ha querido rendir homenaje de una forma muy emotiva y expresando la tristeza que siente en estos instantes. Tamara ha compartido una fotografía en blanco y negro de cuando era una niña en la que aparece junto a Beatriz.
La hija de Isabel Preysler ha destacado que en todos estos años su abuela Beba, como le llamaban cariñosamente, ha cambiado su vida para mejor. Y si hay algo que guarda de ella es su “elegancia, fortaleza, buen humor, cariño”. Además ha abierto las puertas de su corazón al contar que cuando pasaba por un mal momento, “iba y me acurrucaba a su lado y todo iba a mejor”. Agarrándose a su fe, Tamara Falcó ha relatado que "siento paz sabiendo que ha sido una de las elegidas de Dios y que ahora me va cuidar desde el cielo. A mí y a todos”. Pero inevitablemente, se siente muy triste porque no puede evitar “que me caigan las lágrimas mientras que escribo esto, porque la echo de menos y siempre va a ser así”.
A los pocos minutos de realizar esta publicación, han sido muchas las reacciones que ha habido. Una de ellas la de su cuñado Fernando Verdasco. El marido de Ana Boyer ha comentado la fotografía asegurando que Beatriz “no podía ser mejor persona”. Ahora a la familia no le queda más remedio que continuar con su rutina con el recuerdo de la madre de Isabel Preysler muy presente. Una rutina que Tamara ya ha retomado y en la que no falta Íñigo Onieva.
Tamara Falcó no ha dejado de acudir a sus clases de cocina y de hacer planes con los que evadirse de este triste momento. El último ha sido este mismo fin de semana, cuando ha salido a disfrutar de una velada gastronómica junto a Íñigo Onieva y su familia. Una muestra de que él se ha convertido en su gran refugio en un año en el que no han faltado los instantes complicados.