Ana Boyer y Fernando Verdasco se casaron en el otro extremo del mundo, ante escasos 50 invitados, bajo una seguridad férrea, se requisaron los móviles a los asistentes, y se prohibieron las redes sociales; pero, aún con todo y con eso, no han podido evitar que se filtre un importante detalle. Tenían al ‘topo’ en casa, en concreto, en la familia de ella. Tamara Falcó se ha ido de la lengua revelando un secreto.
Sin mala intención y con todo el orgullo de hermana del mundo, la inocente joven ha subido una foto a sus redes de los novios abrazados, situados delante de lo que parece un carrito de golf, y con el velo de ella ondeando al aire. Y esto es precisamente, lo llamativo. En el reportaje publicado con las fotos de la celebración, no se aprecia el detalle del impresionante velo, una pieza de más de tres metros que, gracias a Tamara podemos ver en exclusiva.
Y, ya que estamos, de perdidos al río. Falcó también ha subido una foto de cómo fue vestida al enlace, como si fuera una delicada hada de la naturaleza, muy a tono con el estilo campestre que los novios quisieron dar a su fiesta al celebrarla en un sitio tan vivo, botánicamente hablando, como Mustique. Se trata de una creación que ella misma diseñó y de la que se siente muy pero que muy orgullosa. No nos extraña que quiera ‘fardar’ de look, sabiendo la dedicación que ha invertido en él. Así que ni exclusiva, ni exclusivo. Tamara vuelve a demostrar que las reglas no van con ella.