El amor ha llamado a las puertas de Tamara Falcóy no puede estar más feliz, y es que quizás era el último engranaje de la cadena que le faltaba para cerrar un año un tanto agridulce en lo personal debido a las pérdidas de su padre, su cuñado y su tío, pero muy exitoso en lo profesional.
La nueva marquesa de Griñón tiene mucho qué celebrar y ha sido ese el principal motivo que le llevaba a disfrutar de la compañía de unos amigos entre los que se encontraba ¡Iñigo Onieva!. Son pocos los detalles que conocemos de este diseñador de coches de 31 años, pero lo que es evidente, solo hay que mirar a los ojos de Tamara Falcó, es que le hace muy feliz.
Aunque han intentado mantener su romance con la mayor discreción posible, finalmente salía a la luz pública hace apenas unos días. Eso sí, por el momento la hija de Isabel Preysler se muestra reacia a hablar de su relación y del hombre que le robaba el corazón hace apenas dos meses.
Este martes, Tamara Falcó e Íñigo Onieva eran fotografiados en un conocido restaurante de La Moraleja (Madrid) durante una divertida cena entre amigos. Sin ocultar su amor, la pareja no dejó de regalarse gestos de cariño durante toda la velada ante la mirada atónita de sus amigos, que no paraban de bromear. Los besos, las caricias y los abrazos fueron los grandes protagonistas de la cena aunque a la hora de la verdad... los protagonistas decidían salir cada uno por su lado para evitar ser fotografiados juntos. Mientras que la colaboradora de 'El Hormiguero' abandonaba el restaurante en compañía de unas amigas, Íñigo hacía lo propio junto a otro amigo.
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