El año que acabamos de despedir ha sido el de la consolidación de la pareja formada por Tamara Falcó e Íñigo Onieva, pese a que sobre ellos llegaron a circular serios rumores sobre crisis en su relación, sobre todo por la afición de Íñigo a la vida nocturna. Tamara Falcó, sin embargo, conoce muy bien a Íñigo y sabe que esa vida nocturna tiene bastante que ver con su profesión, ya que, además de tener una web de gastronomía con unos amigos, acaba de estrenarse como empresario, pues se ha introducido en el negocio de la hostelería.
Claro que estas navidades las han pasado separados. La familia Preysler tiene una cita ineludible todos los años –salvo el año pasado, que no pudieron viajar por la pandemia– cuando por estas fechas se reúnen en Miami, ya sea en casa de Chábeli, en la de Julio José o en la de Enrique. Este año, además, Isabel Preysler y sus hijas Tamara y Ana han podido, por fin, conocer a Mary, la hija pequeña de Enrique Iglesias y Anna Kournikova, que cumplirá dos años el próximo 30 de enero.
Pero quien no ha viajado a Miami acompañando a su novia ha sido Íñigo que, por su parte, disfrutó de un fantástico viajazo a República Dominicana junto a su grupo de amigos. Para lo grande que es el continente americano, lo cierto es que a Tamara y a Íñigo apenas les separaban poco más de 1.200 kilómetros. Y en lo que sí coincidieron es que ambos destinos gozan de unas magníficas temperaturas en esta época del año.
La reunión de los Preysler en Miami está a punto de finalizar. No hay que olvidar que el Open de Australia de tenis comenzará en breve y Fernando Verdasco y Ana Boyer, junto a sus dos hijos, volarán a la otra parte del mundo para no perderse el primer gran torneo de la temporada. Tamara Falcó e Isabel Preysler, que ha estado en Miami con su pareja, Mario Vargas Llosa, también volarán a Madrid para continuar con sus rutinas diarias.