Poco se sabe de la fiesta de pedida de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años). La pareja quiso celebrar el fin de semana pasado este momento tan especial en la más estricta intimidad. Pero conforme pasan los días, se van conociendo algunos detalles. A las primeras imágenes del evento que compartió ayer el primo de la marquesa de Griñón, hay que sumar lo que ella ha contado en ‘El Hormiguero’ con detalle sobre Isabel Preysler (72 años) incluido.
Como cada jueves, Tamara ha acudido a colaborar a la tertulia del programa de Antena 3. Pablo Motos ha aprovechado para preguntarle por cómo vivieron la pedida de mano en la que las familias de la marquesa de Griñón e Íñigo Onieva se conocieron. Con una sonrisa y visiblemente feliz, Tamara ha comentado que fue un momento súper especial, que lo pasaron en grande, que las familias congeniaron… Y ha enseñado la espectacular pulsera de rubíes que le regaló la familia de su prometido. Pero esto no ha sido lo que más ha llamado la atención. El comentario que más ha sonado ha sido el de un gesto que tuvo Isabel Preysler y que podría no haber gustado a la familia Onieva.
Tamara Falcó revela el ‘feo’ de Isabel Preysler con los Onieva
Tamara Falcó ha hablado de cómo fue el tema de la puntualidad en su fiesta de pedida. La marquesa de Griñón ha comentado que la fiesta comenzaba a las nueve de la noche y ha alabado que Íñigo Onieva y su familia llegaran “a las nueve y un minuto”. Hora a la que llamaron a la puerta de la casa de Isabel Preysler. Pero la anfitriona no estaba preparada para recibirles. Tal y como ha desvelado Tamara, su madre tardó más de la cuenta.
La impuntualidad de Isabel Preysler con la familia Onieva
Tamara Falcó ha comentado que a diferencia de lo que hicieron los Onieva, “esa no es la puntualidad Preysler”. Y ha revelado lo que tardó cada una en reunirse con el resto. “Yo a lo mejor tardé cinco minutos, mi hermana media hora tarde y mi madre cuando pudo…”, ha comentado dejando ver que la que más impuntual fue en una noche tan señalada fue Isabel Preysler. Aunque la celebración tenía lugar en su casa y era el momento de conocer a parte de la familia de su yerno, la madre de la marquesa de Griñón se tomó todo el tiempo que consideró oportuno para estar perfecta en una noche tan señalada. Algo que supone un 'fallo' de protocolo y que podría no haber gustado a sus invitados. De hecho, Tamara ha confesado que a ella la espera se le hizo súper larga. "Se me hizo eterno porque estábamos muy nerviosos", ha dicho. Pero después, todo salió tan bien que esto quedó como una anécdota más.
Tamara Falcó, contenta con su fiesta de pedida con Íñigo Onieva
Pero al mismo tiempo, Tamara Falcó ha querido dejar claro que todo fue sobre ruedas. “Desde el principio hubo muy buen rollo, y la verdad es que coincidimos mucho antes de la boda, así que genial. Fue súper chulo”, ha comentado sobre cómo se dio todo en esta fiesta que preparó con tanto entusiasmo y que sirvió como previa al enlace con Íñigo Onieva que tendrá lugar el próximo 8 de julio.
Los momentazos de la pedida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Una boda que, si se tiene en cuenta la fiesta de pedida, promete. Porque en la celebración que se llevó a cabo en Villa Meona no faltó detalle. Más allá de la reunión entre las familias, hubo música, con banda en directo incluida, buena gastronomía, bailes, sonrisas, discursos, regalos, mucha emoción... De hecho, el grupo de música fue una sorpresa que preparó Íñigo. "Hubo musicón, un grupo por sorpresa. Fue Íñigo el que les llamó y mi primo también. La fiesta acabó a las cuatro de la mañana", ha comentado Tamara sobre lo mucho que se alargó la noche.
Y todavía falta mucho por ver. Porque por ahora, Tamara e Íñigo no han compartido imágenes propias de esta noche que con tantas ganas esperaban. Habrá que esperar para ver si en las próximas semanas dejan ver algún momento especial más de este evento tan señalado.