No es ningún secreto que Tamara Falcó (42 años) es una verdadera mujer de fe. La influencer, que incluso ha estado en charlas sobre el catolicismo y lo que significa para ella la religión, ha explicado en numerosas ocasiones que su camino va la ligado a Dios y que no hay día de su vida que no tenga un momento de reflexión y oración. Tanta es su convicción que estuvo a nada de convertirse en monja. Y no fue una simple idea que se le pasó por la cabeza fue sin duda un propósito que finalmente no llevó a cabo.
Casada con Íñigo Onieva después de numerosas polémicas y una infidelidad que ocupó todos los titulares de los medios de comunicación, Tamara aprovechó su paso por 'El Hormiguero' el pasado jueves 16 de mayo para confesar cuál eran los verdaderos motivos por los que al final no se metió a monja. Y es que la marquesa de Griñón confesó a Pablo Motos que al contrario que los personajes de la obra de teatro de los Javis ella no sintió 'La llamada'.
"Visité varios conventos pero no sentía que era mi sitio. Había escuchado el testimonio de muchas religiosas que cuando entraban sabían, tenían una voz interior que les decía que ese era su lugar, su camino. Yo intentaba escuchar pero no. Visité 3-4-5 conventos y como no lo escuchaba… pues nada”, relató en el programa de Antena 3 después de que Pablo Motos le asegurara que no la iba a despedir por haber fichado por Mediaset.
Después de contar que quizá ese no era su camino porque además conocía la historia de una amiga que tras pasar varias entrevistas en un convento la madre superiora le dijo que era posible que la voluntad de Dios no fuera esa para ella, Tamara aclaró que cada persona puede estar ligada a la fe de muchas formas diferentes como por ejemplo crear y mantener una familia unida.
Tantas eran las ganas de Tamara por ir de la mano de Cristo que incluso su madre, Isabel Preysler, habló de la vocación religiosa de su hija en una entrevista, donde dejó claro que la apoyaba aunque no lo aprobaba. Eso sí, la exmujer de Julio Iglesias incluso la acompañó a algún convento para que Falcó decidiera si quería o no ponerse los hábitos. "Si es por ahí por donde me llama el Señor, bien, pero por ahora no me meto a monja. Aunque me encanta haber encontrado refugio en Cristo y soy muy feliz", dijo la marquesa en la presentación de una firma de joyas.
"Cuando supe que el demonio existía pensé 'dónde es el sitio donde va a haber menos'", contó Tamara a Bertín Osborne en 'Mi casa es la tuya', donde reveló que fue en 2011 cuando su padre, Carlos Falcó, al separarse de Fátima de la Cierva, le pidió que estuviera junto a él un par de semanas. Un momento en el que ella vio por primera vez una Biblia que llamó su atención, especialmente por su portada. "Tamara quiere decir palmera y me puse a hojearla", expresó al presentador, al que también dijo que finalmente la leyó a escondidas.
De hecho, Tamara recurre a las sagradas escrituras cuando tiene dudas o se debe enfrentar a un problema "y se lo soluciona". Pero no solo eso, la mujer de Onieva también va a misa cada vez que puede, reza el rosario e intenta que su marido también vaya por el camino correcto. "Estoy contenta porque confío en Dios, si esto ha pasado será por algo y esto solamente puede ir para bien", dijo cuando rompió con el empresario, aunque meses después el perdón, algo muy importante para los católicos le hizo darle una segunda oportunidad. Y es que el joven hizo el camino de Santiago como muestra de su amor y arrepentimiento. Pero no solo eso, también la acompañó a la Misa del Gallo y en algunas ocasiones también los domingos.
Sin duda aunque la llamada no la escuchó para quedarse en un convento, la luz sí que la guía en su día a día y en los momentos más oscuros. "Gracias a la hospitalidad de Madrid por brindarme esta oportunidad única de peregrinar a Lourdes. ¡No la voy a olvidar jamás y espero que sea la primera de muchas! Vuelvo a Madrid feliz", escribió Tamara junto a varias fotografías de su viaje a Francia para ver a la virgen.