Sálvame ha tenido un día movido. A consecuencia de unas declaraciones realizadas por Makoke, Kiko Matamoros ha tenido que ser atendido por un médico, una situación que ha provocado la preocupación de todos los colaboradores del programa de Telcinco.
Tal y como pedía la dirección de Sálvame, Makoke describía a su exmarido con unas palabras que, tal como él mismo declaraba con anterioridad, no tenían la más mínima importancia ya que siente "absoluta indiferencia" por ella al considerar que ya está totalmente "fuera de su vida".
Sin embargo, parece que no hay tanta indiferencia entre ellos. Tras aclarar que Makoke no ha cobrado por esta intervención, iniciativa del mismo programa, Kiko aseguraba que no quiere saber nada de ella y que, por supuesto, no le daría su ayuda en caso de que se la pudiera. "Se la tendría que pedir yo a ella porque se ha quedado con todo lo mío", declaraba rotundamente.
La pareja, que se separó hace dos años, lucha por no darse protagonismo entre ella. Sin embargo, las palabras de su exmujer han provocado que Kiko haya tenido que acudir al servicio médico, aunque no concretaba los motivos: "No es la primera vez que me pasa cuando tengo una situación de ansiedad y nervios, he vomitado y se me había disparado la tensión".
De entre todos los adjetivos que Makoke ha utilizado para describir a Kiko, hay algunos que no son malos: "Rencoroso, envidioso, empático, culto, soberbio, inseguro y trabajador", pero, tal y como lo ve el colaborador, los positivos no han restado importancia a los negativos.
Tras recuperarse del pequeño susto, Kiko volvía para aclarar que quiere dejar atrás la polémica y que está molesto por tener que aguantar este tipo de "provocaciones" de su expareja, que suelen ser bastante comunes. Tal y como él indicaba, su intención es llevar la relación lo mejor posible. "Tenemos una hija en común, lo mejor sería evitar estas cosas", recalcaba.