Violeta Mangriñán ha entrado de lleno en le tercer trimestre de gestación. La influencer está a muy pocas semanas de tener a la pequeña Gala en brazos y, aunque ya luce una imponente tripita, eso no le ha impedido continuar con sus responsabilidades profesionales. La valencia no para y ha sufrido un contratiempo inesperado. Algo por lo que ella se ha sincerado a través de redes sociales.
Violeta Mangriñán es consciente de que su vida va a cambiar radicalmente tras el nacimiento de Gala y ha reconocido que tiene que tomarse las cosas con más calma: "He llegado a casa, le he puesto la comida a Cane y he abierto unos paquetes. Mientras abría los paquetes he sentido una sensación súper rara, no me he desmayado de milagro, voy a tumbarse un rato con las piernas en alto hasta que esté mejor", ha escrito la novia de Fabio Colloricchio un poco asustada.
Además, ha hecho autocrítica y ha asegurado que se considera una persona muy exigente en todos los aspectos de su vida, algo que le ha terminado por pasar factura: "Soy mi peor hater, me autoexijo mogollón y cuando no cumplo con todo lo que me programo para hacer durante el día y no puedo seguir así... Hay que escuchar al cuerpo, cuando te pide parar hay que parar. Tengo las piernas y los pies hinchados de no parar y no descansar bien. Voy a tomarme el día de hoy con mucha calma, por mi bien", ha seguido.
Pero este inconveniente no es el único al que ha tenido que plantarle cara durante los últimos meses. El pasado mes de marzo, Violeta ya iba empezando a notar los cambios que estaba experimentando su cuerpo y razón por la cual ha tenido que renovar su fondo de armario de manera urgente a pesar de que tan solo ha engordado 5 kilos. También, ha tenido que decir adiós temporalmente a uno de los retoques estéticos que se suele realizar de manera frecuente: se inyecta bótox en la mandíbula para corregir el bruxismo que padece.
Eso sí, para evitar revuelos innecesario ha dejado claro que no le pasa absolutamente nada, que está sana y que simplemente es una consecuencia de no descansar lo suficiente: "Me sigo sintiendo un poco débil, me he tomado la tensión y la tengo bastante bajita. No estoy así por ser una mujer activa, ni por las cosas que hago a lo largo del día, no hago nada que no pueda hacer estando embarazada, tengo la fortuna de tener un trabajo agradecido y que no requiere sobresfuerzo. Yo estoy así porque no duermo bien, no descanso bien y no quiero medicarme estando embarazada ni sin estarlo. Llevo días durmiendo mal, desvelándome mucho por las noches y al final, a medida que avanza el embarazo y Gala crece, cada día se hace más pesado. Yo antes dormía mal y estaba bien al día siguiente pero estando embarazada de siete meses no es lo mismo y me toca frenar un poco. No os asustéis", ha concluido.