Susanna Griso llevaba ocho años luchando por volver a ser madre. Ahora, ha visto la recompensa a tanta espera. La ve y la siente cada día que mira a su hija menor, que nació en Costa de Marfil, y sin la que ya no sabría vivir. Una recompensa que llega en forma de abrazos tan emotivos como el que se dieron ayer al reencontrarse.
“Abrazos de bienvenida. Con hijos adolescentes casi los había olvidado... #maternidad #adolescencia”, decía la periodista tras colgar una preciosísima foto de la pequeña, de solo cinco años, cubriéndola de cariños. Una sensación tan bonita que necesitó compartirla con todos sus seguidores.
Susanna dice lo de ser madre de adolescentes, puesto que sus dos hijos mayores Jan (15) y Mireia (12) acaban de dejar atrás la infancia, y entran en una etapa más centrada en las amistades y en los primeros amores, que en colmar de achuchones a los progenitores. Susanna tiene la suerte de haber podido echar hacia atrás el reloj y poder estar justo en ese momento en el que los padres sienten que son los reyes absolutos en el corazón de sus hijos, pues así se lo demuestra su pequeña.
Cuando se cumple, prácticamente, el primer mes desde que Susanna y su marido, Carles Torras, viajaron a Costa de Marfil para recoger a la niña, la pequeña parece muy adaptada a su nuevo hogar, donde ya juega a calzarse los zapatos de tacón de su madre adoptiva. Tras tanto tiempo buscándose, como la propia periodista dice, no piensan soltarse de la mano nunca más.