Susanna Griso viaja a Costa de Marfil para conocer a su hija adoptiva

La presentadora ha abandonado 'Espejo público' para viajar con su marido y sus hijos a conocer al nuevo miembro de su familia...

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No son pocos los espectadores que han reparado en la ausencia de Susanna Griso al frente de Espejo público. La presentadora no se presentaba frente a su audiencia el pasado lunes pero ningún integrante del programa daba más explicaciones. Los cambios de temperatura, tan traicioneros, le habrán pasado factura. Nada de eso. El motivo era mucho más feliz. Griso ha viajado hasta Costa de Marfil para conocer, en persona, a su hija después de ocho años en un proceso de adopción. Parece que el estupendo final está a muy poco de ocurrir...

Seguimos en el proceso. Ahí estamos, ahí estamos. Os iréis enterando porque quiero pensar que ya queda muy poquito”. Susanna Griso se mostraba muy esperanzada a finales del mes de marzo de este mismo año. La presentadora quería creer que, después de ocho años de lucha y sufrimiento, el proceso de adopción que está llevando a cabo se acercaba ya a su fin. Un feliz momento que ha llegado antes, imaginamos, de lo que se esperaba.

Griso desaparecía este lunes de Espejo público sin previo aviso. Un movimiento extraño pues ni hay un festivo, ni es momento de vacaciones. No fueron pocos los espectadores que manifestaron su inquietud a través de las redes sociales. ¿Dónde estaba la presentadora? Ahora lo sabemos. Como publica Jaleos, Griso ha viajado estos días hasta Costa de Marfil para conocer a su hija adoptiva. Un encuentro por el que lleva ya camino de los diez años de lucha y espera.

Acompañada de su marido, el empresario Carles Torras, y de sus hijos Mireia y Jan, la presentadora ha ido a conocer ya, por fin, en persona al nuevo miembro de su familia. Una joven, no tan mayor como sus dos hijos, pero, como ella misma indicaba, “tendrá una cierta edad”. El camino hasta este punto no ha sido sencillo, aunque llega en una etapa en la que la presentadora necesita una buena dosis de alegría. La pérdida de su madre ha sido un golpe durísimo.

Siguiendo la discreción que les caracteriza -este proceso, de hecho, no fue público hasta hace poco tiempo-, ni Griso ni su marido han querido pronunciarse al respecto. Tantos años esperando la llegada, ahora les toca disfrutar, conocerse y adaptarse a este nueva convivencia.