Susana Saborido, más allá de Joaquín Sánchez: de su desconocido trabajo a su llamativa trayectoria lejos de las empresas del exfutbolista

La vida de Joaquín Sánchez ha cambiado mucho. En estos últimos meses, se ha tenido que habituar a llevar una existencia más pausada, ya lejos del ajetreo de los entrenamientos diarios y los viajes que suponen seguir formando parte de la primera división del fútbol. Él decidió retirarse como jugador, aunque sigue muy vinculado al club de su vida, el real Betis, pues continúa formando parte de su junta directiva. El deporte es su vida, eso es innegable.

Pero su mujer y sus hijas también lo son, y él mismo reconoce que debido a su profesión se ha perdido muchas cosas a su lado, muchos momentos de la infancia de Salma y Daniela, que ya tienen 14 y 18 años respectivamente, y al lado de su mujer. De hecho, no recuerda haber hecho los cuatro juntos un viaje largo a un destino lejano, algo que ahora sí han podido hacer. Lo han hecho, lo han grabado y se está emitiendo por capítulos. Es ‘El capitán en América’, una serie en la que la familia recorre en caravana la costa oeste de Estados Unidos, una oportunidad inigualable para comenzar a recuperar el tiempo perdido.

Así se conocieron

Y, para dar su lugar a Susana, que siempre ha sido su gran apoyo, pero es mucho más que ‘la mujer de Joaquín Sánchez’. Llevan compartiendo vida 20 años como casados. Cuando se conocieron, por un amigo común, él ya era futbolista y eso supuso ciertas reticencias para ella.

Saborido habló así de su primer encuentro: “Una noche coincidimos, pero él no me caía bien, nada, nada, nada, nada. Le veía muy espabilado, yo decía 'este me va a coger y me va a soltar'. Ya una noche me quedé sola y él se acerca a mí y me dice: '¿Qué haces hablando conmigo si tú a mí no me puedes ver?'”. Terminaron hablando, aunque ella no estaba demasiado segura, porque pensaba que él no iba a tomarla en serio porque era futbolista; algo que ahora considera un prejuicio. 

Los dos se tomaron la relación muy a poco y esto les llevo a estar muchos meses viéndose antes de confirmarse como pareja, pero después no se han vuelto a separar.

Susana se ha hecho un hueco en las redes

Se casaron en una multitudinaria boda en 2005, formaron su familia con sus dos hijas, y han renovado sus votos, al menos de manera simbólica, con una divertida boda en Las Vegas bajo la atenta mirada de sus dos hijas.

Durante todo este tiempo, Susana se ha ido haciendo un hueco en las redes sociales, donde, con la naturalidad que la caracteriza, ha ido sumando seguidores hasta tener actualmente doscientos cincuenta y tres mil seguidores. Esto le ha permitido ser imagen de diferentes marcas para las que crea contenido, normalmente sola, pero muchas veces también junto a Joaquín.

Al margen de las empresas de Joaquín

Donde Susana por ahora no se ha metido es en el entramado empresarial de Joaquín. Él cuenta con varias sociedades que ha ido dando de alta a lo largo de los años y que suponen el plan B de su familia, su sustento más allá del futbol, y del que ella se ha mantenido al margen, al menos sobre el papel, de los negocios de su marido. Lo que no quiere decir que, en la intimidad de su hogar, no compartan la inquietud por lo mismo y compartan impresiones, consejos o incluso decisiones al respecto.

Porque si algo han demostrado, tanto Susana como Joaquín, es que son un equipo, y que veinte años después de darse el ‘sí, quiero’ siguen queriendo estar juntos y seguir construyendo, compartiendo esta nueva etapa en la que la familia y el ocio pueden ocupar una parte mayor de su tiempo. Y en la que él es quién, ahora, puede convertirse  en el gran apoyo de ella, porque su carrera en las redes sociales ha comenzado. Además, tiene mucho terreno por delante para seguir creciendo.

No hay que olvidar que ambos tienen cada vez más presencia en televisión. Han renovado ‘Emparejados’, programa que hicieron juntos, han hecho este reality, ella colabora con ‘El show de Bertín’ en Canal Sur y él sigue ligado a Atresmedia, en lo que parece que se está convirtiendo en una relación estable y fructífera para ambas partes.