David Lynch creó en los 90 el surrealista y onírico drama policíaco 'Twin Peaks'. En el verano de 2018, tenemos la recopilación de anécdotas increíbles de Leticia Sabater como casera de un alojamiento vacacional anunciado en Airbnb, el popular portal de alquileres de corta estancia.
Este julio, trascendía la noticia de que la cantante de 'La salchipapa' había decidido sacar rendimiento económico a su chalet situado en Villafranca del Castillo (Madrid). Ese que la convierte en 'vecinísima' de Paula Echevarría, primera de las casualidades de esta historia ya de por si inusual. ¿Por qué no conseguir un dinero extra durante sus ausencias mientras cumple con sus compromisos profesionales y sus bolos?, fue lo que se planteó Sabater al optar por esta opción que gana adeptos entre nuestros famosos. Que haya trascendido, además de la exconcursante de 'Supervivientes 2017', el modelo y actor Jon Kortajarena también se ha lanzado a esta aventura inmobiliaria.
En el caso de Leticia Sabater, la artista pone a disposición del inquilino que acepte pagar los 350 euros que vale pasar la noche, un acogedor alojamiento de una planta para cuatro personas con piscina, gran terreno ajardinado y rodeado en un enclave tranquilo donde relajarse y olvidarse del estrés de la ciudad.
Este fin de semana, la intérprete de 'Tukutú' ha acudido a 'Sábado Deluxe' para contar cómo le va en su faceta de arrendadora. Y lo que lleva vivido es digno de formar parte de una ficción de aventuras con todos los ingredientes necesarios para enganchar al público. Desde la ambulancia que se encontró como desagradable bienvenida a su propia casa, cuando un grupo de veinteañeros se alojó allí y se sobrepasaron con el alcohol en la fiesta que montaron, hasta la cena más romántica de su vida, con final escatológico.
Noche de romanticismo y escatología
Leticia contaba que a uno de sus huéspedes le falló su acompañante por motivos de trabajo ineludibles y la invitó a compartir cena y fútbol. "Llego y era la cena más romántica del mundo. Con mariachis, con ramos de flores...", narraba desde plató. Y por su fuera poco: una mariscada, que resultó ser un banquete 'envenenado'. Y es que le ha producido una aguda indisposición de vientre que aún le duraba el sábado. "Tengo cagaleras, yo no estoy acostumbrada a estos lujos. (...) Me ha entrado una cagalera que he dejado el váter de Telecinco fino", reconocía sin eludir el punto de escatología de la anécdota.
'Leti', que lleva viviendo veinticinco años allí, recibía a la reportera del programa feliz de la vida, bailando y presumiendo de casa. Y es que, a pesar de que el agua de la piscina no presentaba su aspecto más atractivo, la vivienda es fantástica. "El agua está bastante verdosa, porque se me acaba de romper el motor de la depuradora", explicaba.
"La alquilo cuando yo no estoy, obviamente, pero este mes ha sido brutal. Me han llamado treinta personas diferentes", cuenta durante la visita. A pesar de lo solicitada que está, Leticia es muy estricta a la hora de aceptar reservas y no son 'bienvenidos' ni mascotas ni niños, porque "la moqueta es blanca". Por otro lado, los primeros comentarios que han dejado los usuarios son muy positivos y, unánimemente, están de acuerdo en que han tenido muy buena experiencia en el chalet de Leticia.
Pelucas de 300 euros
Las cortinas a rayas de la zona de 'chill-out' situada en el porche también tienen anécdota pues, según ha contado Sabater, "cuando las estaba comprando Paula Echevarría también estaba en la tienda de cortinas de la urbanización".
Las cámaras de 'Sábado Deluxe' pudieron entrar donde no tienen acceso ni los inquilinos: el cuarto del espectáculo. El lugar secreto donde Leticia Sabater guarda bajo cuatro vueltas de llave los recuerdos de treinta años de profesión, y el vestuario y las pelucas que utiliza en sus bolos. "Cada una de estas pelucas cuesta unos 300 euros", aclara antes de revelar el proyecto musical con el que nos va a sorprender antes de que acabe el año: "Un villancico con el que voy a romper los escenarios".
Pero si ha habido un detalle que ha dejado a la reportera asombrada ha sido la vajilla que Franco le regaló a la cantante y que está expuesta en el salón-comedor. Y no ha bajado el listón en el dormitorio principal, donde ha enseñado su lencería sexy, entre la que destaca un tanga con silbato incorporado.