Puede que sea algo espontáneo, puede que lo tenga todo planeado, pero la actitud de Violeta en ‘Supervivientes’ recuerda mucho al paso de la actual ganadora del formato, Sofía Suescun. No solo el perfil de ambas es parecido, sino que cada uno de sus movimientos recuerdan sospechosamente a la hija de Maite Galdeano. ¿Logrará ir tan lejos como Sofía? ¿O repetir los mismos patrones acabará pasándole factura? De momento, no le va mal…
La historia personal de Violeta la logrado, al menos por el momento, quitarle algo de protagonismo a Isabel Pantoja. Su desplante a la organización y las dificultades que ha tenido que adaptarse al ritmo y alimentación de la isla han hecho de la extronista una de las protagonistas de los primeros días. Claro que esto no le va a durar siempre.
Violeta, como ya le pasó a Sofía, se ha entregado en cuerpo y alma al tonteo con Fabio. Un intento de carpeta que cada día cobra más fuerza y que deja a Julen, la pareja de la concursante, como tercero en discordia. ¿No suena esto al triángulo Logan, Albalá y Suescun? De hecho, las idas y venidas de la ganadora llenaron muchas horas de su edición. Y también los bajones emocionales.
Violeta empezó la primera gala ya tratando de ocultar un bajón emocional que hizo que estallase en lágrimas. Pese a que no quiso revelar el motivo, todo apuntaba a una especie de traición de Albert, que no sentó nada bien a la extronista. Si algo hemos aprendido a lo largo de estas décadas de realities es que aislarse y victimizarse siempre es un punto a favor para aguantar las nominaciones.
Algo extraño tendría que pasar para que la organización no decidiese ‘premiar’ a Violeta con la visita de su novio en las próximas semanas. Un giro de guión -esperadísimo- que daría al traste con el romance de la concursante con Fabio y que, una vez más, nos llevaría a rememorar la llegada de Albalá en la edición de Sofía. ¿Casualidad o plan elaboradísimo? No parece que ni una ni otro estén dispuestos a renunciar a la pasión caribeña.
Con todo, a Violeta le falta todavía algo para subirse a la victoria de Sofía. Por una parte, Suescun no tuvo una Isabel Pantoja acaparando la atención mediática del concurso. Quieras que no, es un gran handicap. Por otra, el poso de ‘verdad’ es necesario para conquistar a la audiencia. Y la sombra de un plan imitado no suele funcionar. ¿De verdad es Violeta así de espontánea?