A pesar de que dijo que no vería a su hija en Supervivientes 2020 y que no se ha pronunciado, ni para bien ni para mal a lo largo de estos tres meses, la sombra de Rocío Carrasco a lo largo del concurso de su hija en Honduras ha sido alargada. Y no precisamente porque Rocío Flores, más allá de algún comentario espontáneo, haya pecado de hablar mucho del tema que tanto le duele, a no ser que le hayan preguntado. La nieta de Rocío Jurado se rompía el pasado martes en Tierra de Nadie a la hora de hablar del distanciamiento con su progenitora, un momentazo televisivo que le dejó muy tocada. "Me siento fatal", dijo nada más cruzar el puente de las emociones frente a Lara Álvarez.