La última gala de Supervivientes ha marcado un antes y un después en la relación de Rocío Flores y Ana María Aldón. Si bien ambas no empezaron con muy bien en el concurso la pronta expulsión de Yiya y su llegada a Playa Desvalida calmó los ánimos entre la hija de Antonio David y la esposa de José Ortega Cano. No obstante, el regreso de los desvalidos al concurso como el nuevo grupo de los siervos ha despertado fantasmas del pasado entre ellas: Ana María sigue sin defenderla ante los ataques desmedidos de Yiya y, lo que es peor, poniéndose incluso en su lado.
Tras la gala donde incluso se dejó caer que Ana María había dicho que Rocío no es de su familia, según Yiya, Rocío está al límite y muy decepcionada con Ana María. Y no es la única, Gloria Camila también ha mostrado su malestar con la mujer de su padre: "No es su niñera y vale que hagan concursos diferentes, pero que no te corra por las venas decir "Yiya, ya está bien" sabiendo cómo le está afectando a Rocío este tema....", ha dicho en Conexión Honduras.
Ana María Aldón ha dejado clara su posición y parece que las cosas nunca vuelvan a ser iguales entre ellas, así lo ha reconocido Rocío Flores con sus compañeros en una charla muy sincera durante la noche. "No quiere ser mi abuelastra, vale, pero para mí sí era mi apoyo. Me he llevado la hostia más grande, me han demostrado mucho más gente de la calle", ha dicho la hija de Antonio David. La nieta de Rocío Jurado ha insistido en que es "totalmente respetable", pero que le ha dolido le ha dolido. "No la voy a juzgar y que ella haga lo que crea oportuno, pero me ha dolido. La respeto, la quiero, pero sí que me ha dolido".
Lara Álvarez ha revelado que tras la gala del jueves Rocío se marchó "pitando de la Palapa, muy tocada y sin despedirse de Ana María".