Hugo Sierra se ha llevado en Supervivientes la sorpresa que no esperaba: un nuevo amor. El uruguayo se embarcó en la aventura más apasionante de su vida recién separado de la madre de su bebé, Adara Molinero, y caprichos del destinó acabó sintiéndose atraído por la ex de Gianmarco Onestini, actual pareja de Adara. Un curioso cuadrado amoroso que, lejos de lo que muchos han opinado, sigue dando sus pasos y evolucionando.
La pareja de supervivientes sigue disfrutando de su amor sin ataduras y ajenos a los comentarios. Y le pueden las ganas incluso en una semana en la que están separados, ya que pertenecen a distintos grupos y les separa una valla. Hugo e Ivana no pueden tener contacto pero se han puesto al mundo por montera -y también a las reglas del reality- para comerse a besos y deshacerse en palabras de cariño y piropos.
Y tan serio van, o intenciones tienen, que incluso hablan de planes que hacer fuera de la isla cuando su experiencia en Supervivientes termine. Ivana acariciaba el tatuaje del brazo de Hugo y le decía que si le dejará "llenar un hueco" con el dibujo que ella quisiera. Hugo, dejándose querer, le ha respondido ni corto nii perezoso: "Mi preciosa rubia entra aquí", dejando caer que sería capaz de grabarse con tinta en la piel la cariñosa manera en la que, desde el minuto uno, llama a su nueva chica.
Hugo Sierra e Ivana Icardi están en el ojo del huracán y aunque ambos defienden lo suyo con uñas y dientes siguen en el punto de mira. Una de las voces más críticas con la nueva pareja ha sido la propia Adara Molinero que, en distintas intervenciones en programas, ha asegurado que Hugo lo ha planeado todo para "hacer pupita" pero todo es "muy cutre".