"Lo siento por tener que hacer esta entrevista. Me avergüenza mucho todo". José Antonio Avilés ha pasado el peor domingo de su vida. Tras muchos días en el ojo del huracán por sus mentiras y supuestas estadas, el falso periodista se ha enfrentado al momento que deseaba y temía a partes iguales: su entrevista con Emma García y 'su programa' Viva la Vida. Avilés, en un mar de lágrimas, ha reconocido su arrepentimiento y ha dado las gracias a sus compañeros “por luchar contra viento y marea”.
Pero sus intervenciones televisivas no han terminado ahí. Esta noche ha estado en Conexión Honduras con Jordi González, donde ha tenido la oportunidad de contarle toda su movida a su compañera de isla y última expulsada, Ivana Icardi. "He sido un drogadicto de la mentira", le ha dicho Avilés, que ha explicado que tras reconocerlo todo ha dado "un paso atrás". "Voy a ponerme en manos de profesionales para que me ayuden. Ya tú me decías que no necesitaba mentir", le ha contado a la argentina que no daba crédito a lo que estaba escuchando.
Avilés, con semblante serio y visiblemente afectado, ha contado a Ivana y Jordi que ha empezado su terapia: "El primer paso es reconocer lo que soy", y también ha vuelto a dejar claro que está "pagando las deudas". Ha sido cuando Jordi González le ha propuesto ver juntos unos vídeos y comentarlos pero el colaborador cordobés se ha negado alejándose de esa imagen de protagonismo y notoriedad que aseguran defiende.
"Jordi, lo estoy reconociendo todo pero los temas judiciales se me van de las manos. He hecho una entrevista y quiero que esto pare, quiero curarme y volver a hacer lo que me hace feliz". Tras estas palabras y la comprensión del presentador, el ex superviviente se ha marchado dejando a Ivana sola en plano.