Ha sido, sin duda, la gran polémica de Supervivientes. Toñi y Encarni Salazar decidían, para sorpresa de todos, dejar los Cayos para regresar a España. Ni habían pasado hambre, ni frío, ni penurias, pero aun así, se marcharon. ¿Qué pudo pasar para que las Azúcar Moreno tomasen esa decisión? ¿Cómo se gestó el abandono más polémico de la historia de ‘Supervivientes’? Bueno, con permiso de Antonio Tejado…
Los motivos que han llevado a Toñi y Encarna Salazar a decidir dejar la aventura en Honduras no fueron suficientemente valorados con antelación. Las hermanas pensaban que esto sería como los abandonos protagonizados por Kiko Rivera o Anabel Pantoja y se han encontrado con un nuevo escenario para el que no estaban preparadas. Su presencia mediática puede verse muy resentida.
Las hermanas optaban por dejar el concurso antes incluso de haber sufrido cualquier tipo de percance. Una actitud que primer intentaron amarrar a la de Carlos Lozano, convirtiéndole en la excusa perfecta, y finalmente se vieron abocadas a fundamentar en problemas más mentales que otra cosa. Las cantantes no se sentían con fuerzas para seguir. ¿Seguro?
Tal y como pudo saber ‘Lecturas’ de fuentes cercanas al programa, la intrahistoria que circulaba por los pasillos de Telecinco señalaba a una supuesta estrategia de las cantantes para poder ganar una buena cantidad de dinero sin necesidad de entregarse demasiado. Al parecer, Toñi y Encarna habrían cobrado un anticipo que coincidirían con lo ganado por los días que han estado en la isla. Al cumplir este límite, habrían decidido abandonar.
Esta teoría encuentra una nueva confirmación en una supuesta llamada que Toñi habría hecho a su hijo. Tal y como desvela el portal Look, la cantante se habría puesto en contacto con él para intentar que cambiase de idea pero esta preguntó si ya había recibido el ingreso del anticipo. Tras una supuesta respuesta afirmativa, habrían decidido marcharse.
De ser esto cierto, es más que entendible el enfado de la productora, que habría visto en la actitud de las cantantes un plan premeditado para estar tan solo dos semanas y volver a España con el dinero en el bolsillo.