Parece que la llamada de atención de Ortega Cano ha empezado a dejar huella en Ana María Aldón. Si hasta ahora los acercamientos de la superviviente a la hija de Antonio David habían sido, esencialmente, escasos, la cosa ha cogido otro camino. Tras haber tenido que escuchar los reproches de la propia Rocío, Ana María ha entonado un tímido mea culpa gracias a José Antonio Avilés. El colaborador se ha llevado una sudadera de Rocío para poder taparse las noches de fresco y le ha prometido a Ana María que se la regalará cuando él se marche. ¿Cómo ha respondido la superviviente?