El puente de las tentaciones de Ana María Aldón en Supervivientes 2020 ha sido sobrecogedor. La mujer de José Ortega se enfrentaba a este reto del programa con ganas de hablar pero nadie imaginaba lo que guardaba dentro de ella y ha relatado una infancia llena de miedos y marcada por el maltrato de su padre a su madre.
La diseñadora, muy valiente, ha relatado a Lara Álvarez cómo su padre "torturó" a su madre. "Era una bestia humana. Torturó a mi madre y nosotros lo veíamos día a día, yo soy la menor de los seis hermanos. Mi hermano Fermín y yo, que es año y medio mayor, nos agarrábamos y nos metíamos bajo la cama", ha contado.
Pero su duro testimonio no ha quedado ahí: "He querido tener un cuchillo en la mano para matarlo, quería ser mayor de edad, pero nunca llegaba. Esos días acaban de la peor manera posible... Al día siguiente me iba al colegio y agachaba la cara de vergüenza porque veía a mi madre la cara morada. Mi madre es un ángel que bajó del cielo, no se lo merecía ni ella ni sus 6 hijos".
De estos traumáticos episodios han pasado 20 años y la mujer de José Ortega Cano ha confesado que la isla de Supervivientes le ha servido para liberarse. "Le entró cáncer y en poco más de dos años murió... Lleva 20 años que no está con nosotros, está perdonado. Y quiero que mi familia me perdone", ha dicho entre lágrimas tras confesar que todo ese dolor por el maltrato de su padre a su madre se transformó en una adolescencia muy rebelde.
"Fui una prepotente, maleducada, le hicevpasar vergüenza a mi madre y a mis hermanos, y como no era capaz de pedirles perdón me distancié de ellos e hice barbaridades". "Ay, mi madre lo que pasó...", se ha lamentado abrazada a Lara Álvarez sin poder dejar de llorar.