El triunfo de Omar Montes en la final más seguida de la historia de 'Supervivientes' tuvo algunos daños colaterales. Por suerte, no sucedió ninguna tragedia, pero sí hubo algún herido a causa de la imprudencia de los amigos del vencedor, que se saltaron las normas más elementales para quienes asisten a un espectáculo, ya sea televisivo o de otro tipo. Si en el fútbol está prohibido que los espectadores salten al campo, en televisión tampoco se permite que el público salte de las gradas al plató para abrazar a los personajes.
No hubo mala intención por parte de nadie, pero las imprudencias pueden pagarse caras. La euforia del momento y el ímpetu desbordado que mostraron algunos de los amigos de Omar Montes pudo haber acabado muy mal. Así lo desveló Kiko Hernández en 'Sálvame', que afirmó que hasta cuatro coches de policía tuvieron que personarse en los platós de Telecinco ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos.
De todos es sabido que Omar Montes es un joven con un gran carisma que tiene una legión se amigos en su barrio de Pan Bendito, en Carabanchel. Cuando las puertas del plató se abrieron para recibir a Omar, antes de saberse que sería el vencedor, este se dirigió directamente a la esquina de la grada para saludar a sus colegas, en lugar de caminar directamente donde le esperaba Jorge Javier. Y fueron esos mismos colegas los protagonistas del altercado posterior, ya que saltaron de la grada al plató cuando Jorge Javier pronunció el nombre de Omar como el del gran vencedor de 'Supervivientes 2019'.
La altura de las gradas, entre dos y tres metros, el suelo de cristal, el gentío, la confusión... "La gente se piensa que esto es un parque de atracciones", dijo Kiko, "pero no, esto es un plató de televisión". Los amigos de Omar se fueron directos a abrazar a su amigo e ídolo, mientras los otros concursantes de 'Supervivientes', así como los tertulianos, se apresuraban a recoger sus móviles y salir escopeteados del plató.
Por más que los regidores del programa trataron de sacar del plató a los fanáticos amigos de Omar –todavía estaba la emisión en directo–, la situación se complicó hasta tal punto que tuvo que intervenir la seguridad privada de Telecinco y, finalmente, la policía. "Se lanzaron desde arriba, hay uno que se destroza la mano y los regidores y la seguridad se los llevaron para que no molestaran, pero la movida gorda fue cuando salieron con 'no me toques', 'no me chilles'... tienen que ir unos agentes de seguridad interna y llaman a la Policía Nacional", explicó Kiko.