La aventura de Rocío Flores en Supervivientes 2020 comenzó entre lágrimas amargas. Lejos de derrochar ilusión y felicidad por la llegada del día en el que al fin tomaba su vuelo a Honduras, la hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco sorprendió a todos echándose a llorar en el aeropuerto minutos antes de coger el vuelo.
Una emoción desbordada que su padre explicó en Sábado Deluxe. "Se ha despedido de sus tíos, de mí, de Olga, de sus hermanos, de su novio... Ya sabe que se marcha, la suma de todos esos nervios, y el ver que ya dejaba de tener contacto con su familia. Fue difícil, lloramos todos", contó Antonio David. Y ha dado en el clavo.
La propia Rocío Flores lo ha confesado en una conversación en el hotel a sus compañero de Supervivientes Alejandro Reyes, Cristian Suescun y Ferre. El grupo hablaba de cómo le han ido sus últimos días en España y, lo que más les sigue emocionando, cómo ha sido su despedida. Ha sido el momento en el que la hija de Antonio David ha confesado lo mal que lo pasó cuando llegó el momento de despedirse de su gente. "Una perrera... Los ojos hinchados de llorar, nunca me he separado de mi familia", ha explicado la joven muy sincera.
"De mi novio me despedí el lunes cuando cogí el AVE para Madrid, es decir he estado sin verle una semana antes de irme", ha contado. Luego, se ha emocionado al recordar las lágrimas de su padre, Antonio David Flores, la noche antes de su partida a Honduras y cómo ella se sintió. "Mi padre llorando y venga llorar... Se me partía el alma y solo pensaba 'en qué jaleo me estoy metiendo', pobrecillo...".