Ana María Aldón fue sin duda una de las grandes sorpresas de la primera gala de Supervivientes. La mujer de José Ortega Cano no solo se mostró natural y espontánea sino además enseñando una parte de su personalidad y un gran sentido del humor hasta ahora desconocido por todos, a pesar de ser un nombre del mundo del corazón más que conocido.
Su actitud ha cautivado a muchos y tampoco han pasado desapercibidas sus palabras. "Ha sido llegar aquí y liberarme, me siento liberada. Mi marido va a flipar cuando me vea cantar, bailar, con esta vuelta a una niñez...", confesó Ana María Aldón a sus compañeros, reconociendo que es "muy feliz" pero que lleva una vida llena de obligaciones: "mi madre, el niño, muchas preocupaciones…". Eso sí ha dejado claro que no cambiaría nada de su vida: "Es la que me ha tocado pero me hace muy feliz, con mi familia, mi trabajo, haciendo lo que hago...".
No hay duda de que Supervivientes 2020 nos mostrará a otra Ana María Aldón y quizás también a otro Ortega Cano, si el diestro acepta el desafío que Kiko Hernández le ha hecho desde Sálvame. El colaborador, que ha protagonizado tensos y agrios enfrentamientos con el padre de Gloria Camila Ortega, ha sacado bandera blanca y le ha hecho una propuesta.
Así, y a pesar de su mala relación con el torero. Kiko Hernández, sorprendido con la actitud de Ana María, ha dicho: "Me gustaría ver, y lo digo de verdad con el corazón en la mano, a Ortega Cano sentado en el plató defendiendo a Ana María". El colaborador ha reconocido que, por su parte, el hacha de guerra está enterrada y quiere dejar atrás todas las polémicas que le unieron a Ortega en el pasado: "Sé que hemos tenido muy mala relación pero todo ha cambiado ya, todo pasa y todo se soluciona".