Norma Duval (66 años) está atravesando uno de los momentos más dulces de su vida. Después de 13 años de idas y venidas, la artista le daba el 'sí, quiero' a Matthias Khün el pasado verano en un romántico enlace celebrado en Gstaad (Suiza). En su última aparición pública con motivo de la presentación de la colección de zapatos Mysoft, Norma confesó que vive a caballo entre Madrid y Suiza, donde tiene fijada su residencia.
Aunque el cambio de vida ha sido radical, Norma asegura que le encanta vivir allí, donde tienen una casa "maravillosa": "Es una vida mucho más tranquila, tengo amigos, hago deporte y reconozco que es estupendo". Además, asegura que no tiene ningún problema a la hora de comunicarse porque habla francés perfectamente.
Muy amable, la vedette se sinceró como nunca sobre el amor y cómo afronta esta nueva etapa de su vida en la que ha conseguido la felicidad plena al lado del empresario alemán. "Lo que tengo muy claro es que tenemos que estar más tiempo juntos", aseguraba dejando entrever que sus problemas siempre han debido a la distancia que les separaba. El objetivo inminente de Norma no es otro de disfrutar y se muestra contundente: "Yo ya he sacrificado bastante y ahora voy a vivir yo un poquito". ¡Estas y todas las declaraciones de Norma Duval en el vídeo!
Norma Duval habla de su papel como abuela
Aunque su estancia en Suiza y sus compromisos profesionales no le permiten verlos tanto como les gustaría, a Norma Duval se le cae la baba cada vez que habla de sus nietos. La artista confiesa que como madre siempre fue muy "gallina", pero como abuela es la más "consentidora". Fue en 2012 cuando su hijo Marc se convirtió en padre de Izan: "Es tanta emoción o más que cuando yo fui madre", confesaba por aquel entonces. Una felicidad que se multiplicaba el pasado mes de julio cuando su hijo Yelko fue padre de Valentina.
Los nuevos proyectos de Norma Duval dentro y fuera de la televisión
Tras su paso por 'Masterchef celebrity', Norma fichaba como colaboradora del programa 'Plan de tarde' en TVE. Muy activa a pesar de vivir a más de 1.600 km de Madrid, la artista también probaba suerte en el mundo del diseño de calzado de la firma ilicitana Mysoft. "Me encantan los tacones, pero los altos solo me los pongo si tengo que salir a algún acto de noche", confesaba.