Sonsoles Ónega (45 años) se ha hecho un hueco más que merecido en la parrilla de las tardes. 'Y ahora Sonsoles' se ha consolidado como uno de los espacios que cuenta con más confianza entre los telespectadores. Sonsoles conduce el programa con honestidad y profesionalidad. Pero, ¿Qué hay de su vida personal? Aunque sabemos algunos aspectos de la misma, Ónega siempre ha querido ser discreta con su vida privada. No obstante, durante su visita a 'Joaquín, El Novato', la periodista ha decidido abrirse en canal y contar cómo su profesión ha afectado a su faceta como madre.
Su mayor objetivo al dedicarse a lo mismo que su padre, Fernando Ónega, es ofrecer una información objetiva y veraz que informe a las personas. Para llevar a cabo esto ha tenido que esforzarse y dedicar mucho tiempo a su trabajo, a lo que se suma que ella es muy exigente y estricta. "Un poco sí. Una vez me dijeron que el periodismo es un sacerdocio. Son 24h. Yo estoy todo el rato pensando como mejorar, cambiar", ha reconocido la periodista.
Esto ha hecho que se haya perdido muchas cosas de su vida personal. Concretamente, en el ámbito de la pareja, la presentadora reconoce que no todo el mundo acepta las vicisitudes y necesidades de su trabajo. "El que está tu lado no siempre te sigue. Tiene que tener un puntito de locura o quererte mucho. Es complicado. Yo lo entiendo", ha dicho. Y es que cuando una es periodista lo es las 24h y cuando pasaban cosas, Sonsoles tenía que irse para hacer su trabajo. Y eso no es del agrado de todo el mundo.
La faceta de Sonsoles Ónega como madre
Esta dedicación tan intensa ha afectado a muchos ámbitos de su vida, entre ellos su faceta como madre. Labrarse un nombre y reputación ha tenido un precio porque, al pasar muchas horas fuera de su casa, se había perdido muchos momentos. "Son maravillosos y me padecen. Soy también una madre pesada e intensa. Llevan con resignación el llegar tarde. Pero ya se habían criado con una madre que llegaba siempre madre", se ha sincerado.
De hecho, ella misma ha reconocido que sus hijos saben que ella no es una madre "de puerta de colegio" y ha reconocido que se ha perdido "baños, cuentos, alguna que otra actividad escolar". Concretamente las noches le han dolido especialmente a Sonsoles porque cuando llegaba después de trabajar sus hijos ya estaban acostados. "Estaban peinaditos, bañados y con el pijama en la cuna", ha contado.
De hecho, en la gala de los premios Planeta el pasado 15 de octubre, Sonsoles hizo referencia a esas ausencias en su emotivo discurso al recoger el galardón. "A los míos, a mi Yago y a mi Gónzalo, que espero que piensen que todo eso que nos hemos perdido juntos ha merecido al pena", expresó. Unas palabras que demuestran que sus dos pequeños son el motor que la empuja a avanzar.
La implicación de Sonsoles Ónega con la enfermedad que sufre su hijo
Cabe destacar que, a pesar de haber tenido que renunciar a algunos momentos, la periodista ha sabido utilizar su altavoz y visibilidad para concienciar sobre la enfermedad que afecta a uno de sus hijos. Fue a través de su perfil en redes sociales, el pasado noviembre, que pudimos descubrir la batalla personal que está librando. Ónega está totalmente volcada con la lucha de la enfermedad que afecta a su hijo menor desde que tenía cuatro años: la diabetes.
Esta dolencia ha marcado tanto la vida de Sonsoles Ónega como la de su familia y, en esta misma revista, explicó cómo le ha cambiado la vida esta enfermedad a su familia. Un hecho que ha provocado que hayan tenido que llevar a cabo un cambio de hábitos en su rutina. "Lo pasé muy mal con la diabetes de mi hijo. Desde que cambié de alimentación he adelgazado 12 kilos. Quitarme el azúcar me ha dado salud", revelaba.
Es por eso que cada 14 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Diabetes y es entonces cuando la presentadora aprovecha para mostrar su total apoyo a esta lucha. La última vez quiso lanzar un mensaje para apoyar la causa y la investigación contra esta enfermedad. "Investigar es curar", dijo a través de sus 'stories' de Instagram el año pasado. Y no solo eso, sino que también uso el canal Mtmad para hablar de uno de los episodios más duros que vivió con esta dolencia: el ingreso de su hijo pequeño en el hospital con el azúcar muy alto.
"Ingresó con 500 de azúcar cuando lo normal deberían ser 70. Piensas que el niño se te va porque lo ves con cuatro vías metiéndole insulina y luego tiene que estar tres semanas ingresado porque tienes que aprender a llevar la enfermedad", contaba, emocionada. Es así como la presentadora se ha convertido en una de las voces más autorizadas a la hora de hablar de esta enfermedad, ya que la conoce de primera mano y todo lo que ello conlleva.