Sonia Moldes sobre Lequio: celos, infidelidades, sexo y cintas de vídeo

La empresaria visitó el ‘Deluxe’ y habló del que fuera su pareja en los 90

Sonia Moldes sobre Lequio: celos, infidelidades, sexo y cintas de vídeo

Sonia Moldes vuelve a estar más de actualidad que nunca gracias a su entrevista exclusiva con Lecturas, en la que nos relató cómo Alessandro Lequio, su pareja hace 17 años, le fue infiel a su actual mujer con ella. Anoche visitó el ‘Deluxe’ y el conde no salió nada bien parado…

Aunque él reconoce que todo esto que le está pasando es debido a la fama que le ha perseguido toda su vida, y que cuidadosamente él se ha encargado de alimentar poco a poco, ahora observa cómo una de las mujeres que pasaron por su vida habla claro sobre cómo es él en las relaciones: alguien celoso, que desconfía de quien tiene al lado, pero, a la vez, tremendamente infiel.

Sonia cuenta que durante los dos años que estuvieron juntos, las peleas sobre sus ataques posesivos fueron constantes. “Me montó escenas muy desagradables. Es celoso. Hay celos que se entienden porque estás enamorado y celos que no se pueden permitir”. Sonia asegura que siempre sentía el aliento de Lequio en cada cosa que hacía. Siempre quería saber con quién iba, qué hacía y no paraba de atosigarla, “me marcaba el territorio”, resume ella. “Le molestaba que quedara con cualquier persona que no fuera él”, hasta el punto de que llegaba a presentarse en los sitios buscándola.

Estuvieron juntos dos años, del 97 al 99. En verano de ese año conoció a María, pero según Sonia él seguía enganchado a ella, y asegura que si empezó a salir con Palacios fue porque, de cierta manera, le recordaba a su ex, Moldes.

Durante la primera etapa del noviazgo de los que acaban de ser padres, Sonia fue una figura que estuvo presente. Él continuaba llamándola y rogándole que volviesen juntos. También lo hacía con las amigas de la empresaria, a quien pedía que les ayudase en su reconciliación.

Sin duda, una de las declaraciones más fuertes de la noche fue la que reconocía que Alessandro siempre grababa a sus amantes. El conde solía colocar una cámara escondida en una rejilla cerca de la cama, y Sonia lo descubrió. “Me dijo que había sido la primera en darme cuenta”. “Tiene material de todo el mundo, grabaciones íntimas”.