No sabemos qué le ha podido pasar a Sonia Ferrer pero no hay forma de que levante cabeza. La presentadora encadena una desgracia tras otra y cuando parece que todo se soluciona, vuelta a empezar. ¿De dónde viene esta racha de mala suerte? ¿Habrá roto algún espejo sin darse cuenta? Primero se rompió una pierna, luego se quedó sin coche y, ahora, ha tenido otro percance justo cuando se recuperaba de la lesión... ¡Basta ya!
Si hay alguien capaz de decir lo de 'al mal tiempo, buena cara', esa es Sonia Ferrer. La presentadora lleva una racha que no para de tropezar con obstáculos. Literalmente, que es lo peor. Pese a encontrarse en un momento profesional más que optimo -tiene su propio programa en Telemadrid y continúa colaborando en Amigas y conocidas-, hay algo en su vida que no termina de ajustarse. Un mal de ojo que la persigue, la inquieta, la atormenta. ¡Ayuda!
Primero, Ferrer se rompió la pierna y tuvo que tenerla imovilizada durante cinco semanas. Cuando ya se estaba acostumbrado a las incomodidades, se queda sin coche. Tirada en la carretera y con las muletas, le tocó llamar a asistencia para que pudieran socorrerla. Y eso no iba a ser todo. La presentadora se encontraba ya de muy buen humor pues le habían retirado el yeso y comenzaba la rehabilitación cuando, de repente, ¡se cae por las escaleras!
“¿Alguna vez os habéis roto la pierna, os han inmovilizado 5 semanas y cuándo os han quitado el yeso os habéis caído por las escaleras y habéis vuelto a la casilla de salida?”, confesaba en su perfil de twitter. “Os dejo, que voy a arrastrar la pata palo hasta Amigas y conocidas”. ¿Qué está pasando? ¿Pero cómo puede ensañarse tanto la mala suerte con ella? Esto no es justo...
Una luchadora
No es la primera vez que la presentadora demuestra que es toda una luchadora. Tal como contó en una entrevista exclusiva con Lecturas, Sonia superó uno de los episodios más duros de su vida: un tumor en la columna vertebral que casi la deja sin poder andar. "Tuve que replantearme toda mi vida", confesó. Con tesón y fuerza, pudo superar el duro trance, aunque dejó aparcado su sueño de ser bailarina. Ahora, triunfa en televisión, donde combina su propio programa con una silla ya más que fija en la tertulia que conduce Inés Ballester en La 1.