La presentadora de 'Amigas y conocidas' empezaba 2016 recuperando la fe en el amor. Hacía tan solo unos pocos meses, que Sonia Ferrer vivía el trance de romper con Nacho Barroso. Sin embargo, se cruzaba en su camino la persona responsable de una felicidad que le dura ya casi un año y medio, y que no ha conseguido ensombrecer ni siquiera la escandalosa boda y posterior divorcio de su expareja Álvaro Muñoz Escassi.
Ferrer vivía un auténtico flechazo con el modelo alicantino Nahuel Casares. Pasado el subidón y los temores de los primeros meses, la pareja no puede estar más consolidada y, además, mantiene intacta la pasión. Prueba de ello son las numerosas y pasionales dedicatorias de amor que se escriben desde las redes sociales desde el principio de su relación. Sobre todo, por parte del modelo, que no puede estar más enamorado y pendiente de Sonia, por quien se deshace en piropos y no deja de dedicarle mensajes llenos de cariño y complicidad hacia su chica.
Sonia y Nahuel se llevan 12 años de diferencia, pero la diferencia de edad no ha sido nunca un problema para ellos. Es más, se llevan a las mil maravillas y son muchos los gustos y las aficiones que comparten. Conciertos, estrenos teatrales, cenas distendidas con amigos, juegos con sus mascotas (ambos adoran los perros)... Pero, sobre todo, escapadas románticas, como la última que se han regalado, y en las que comparten tiempo como pareja y toda clase de mimos.
La presentadora de La 1 está viviendo una gran etapa personal, después de relaciones complicadas y mediáticas como las de su exmarido Marco Vricella, Escassi o Nacho Barroso. En Nahuel no solo ha encontrado una persona con quien se entiende y con la que se siente especial, sino alguien con quien compartir una feliz estabilidad y construir un futuro común.