Existe una creencia popular que asegura que los hombres tienden a enamorarse de mujeres que son muy parecidas a sus madres. En el caso de Marco Ferri, esto se confirma. Aylén Milla y Viviana son clónicas.
Porque sabemos que es la madre del modelo italiano, pero si no, uno establecería el vínculo sanguíneo entre las dos mujeres. Comparten una estructura ósea facial muy parecida, el gusto por las planchas para el cabello, la caída de ojos y el poco interés por regalar sonrisas así como así. Además, las dos son mujeres orgullosas, creen que siempre tienen la razón y sin pelos en la lengua. Son casi tan parecidas en lo químico, como en lo físico. Así, siendo tan iguales, no nos extrañan que tengan tantos roces.
Recordemos que la semana pasada, cuando la argentina fue expulsada de GH VIP, su suegra no se acercó a recibirla. Viviana no movió un pelo de su estupenda cabellera y se quedó sentada. Aseguró que no lo hacía porque no pretendía ser “una falsa”, y a Aylén se le agrió la leche. Como para no. Su familia política le estaba dando la espalda delante de todo un país, que había escuchado días atrás cómo aseguraba que habría preferido que no entrase y no le amargara el concurso a su hijo. Tras saberlo, seguro que a la que se le quitaron las ganas de abrazos fue a Milla.
Anoche las dos compartieron plató y miradas de recelo. Y Aída, viendo que el tema estaba candente, de vez en cuando movía las brasas para que siguieran ardiendo, no fuera Marco a encontrarse un panorama pacífico a su llegada al plató como último expulsado…
Igual que están los que sostienen la teoría primera que bebe del complejo de Edipo de muchos hombres, también está la que confirma que los polos opuestos se atraen y está claro que suegra y nuera son las dos del mismo. Negativo.