Su éxito como artista es incuestionable, encima de un escenario Malú (41 años) es todo arte, despliega sus encantos y se entrega a su público como solo ella sabe. En su vida privada es diferente, de hecho, su máximo objetivo es que no deje de ser privada. Ella siempre ha sido muy meticulosa con lo que comparte y con lo que cuenta en cada una de sus declaraciones públicas, pues nunca ha querido hacer participes a sus seguidores de lo que acontecía en su corazón. A excepción de sus canciones, que ella misma compone y que se nutren de lo que vive y lo que siente en cada momento.
Por ello, la última ha sido tan comentada, porque según muchos se estaba marcando un ‘Shakira’, lo que quiere decir que estaba aireando los trapos sucios de su relación, en este caso con el exlíder de Ciudadanos Albert Rivera, padre de su hija. Fue a finales de esta primavera cuando la ruptura, que ya llevaba tiempo planeando sobre ellos, finalmente se confirmó. Y el uno de septiembre se estrenaba la canción ‘Ausente’, cuya letra dice cosas como; “eres un extraño que pasea por mi casa”, y hace referencia a un “desconocido”, y al revuelo mediático que supuso su relación, el “eco” en todas partes, e incluso a la persona que tienen en común, pues reza “pase lo que pase, ella va primero”.
Era evidente que el tema había sido escrito tras la ruptura y que hablaba de su propia historia, pero ella nunca lo había confirmado hasta su reciente entrevista en el Chester de Risto Mejide en la que fue muy clara: "Si es 'un Shakira', yo llevo marcándome Shakiras desde los 15 años. Me encanta el momento de 'Malú se ha hecho un Shakira'. No, Malú se ha hecho un Malú. Si tiras un poquito para atrás, te das cuenta de que yo te he ido contando todas mis cosas: las buenas, malas, el despacho, la tristeza… Lo que pasa es que a nadie le parecía tan interesante como para fijarse".
De hecho, se abrió como nunca, rememoró su parto en plena pandemia y lo difícil que fue para ella hormonalmente el postparto, también confesó que cree que un hijo separa mucho a una pareja, y que con Albert no quiere dar el mínimo pie a que haya mala relación porque su hija está en medio, pero ha tenido momentos de venganza y de creer que todo era horrible. Pero eso pasó, y finalmente no lo fue, pues además sus fans parecen estar más que de acuerdo en que los nuevos temas de la artista tienen mucho de la Malú de los comienzos y es algo que le elogian, y que ella agradece pues si en algo está centrada es en su música.
Está celebrando sus 25 años en la música con su nuevo álbum ‘A todo, sí’, con el que ya tiene gira preparada. Una gestión importante que hace desde su única empresa, ‘Aprendiz y canciones SL’, una sociedad que comenzó a operar al compás de Malú en su primer gran año, 1998, que siempre se ha dedicado a la creación artística y literario y ha sido gestionada por ella misma con la ayuda de su madre o su exrepresentante en diferentes momentos y que en su último año fiscal con cuentas presentadas, mantiene tan buen pulso como toda la vida. A pesar de haber presentado pérdidas de casi 100.000 euros en 2021, un año complicado porque aún existían muchas restricciones por la Covid-19, logró mantener un total activo de 1,2 millones de euros. Las cosas le van bien, no cabe duda.
Y además su patrimonio es mucho más extenso que su empresa, pues también cuenta con algunas propiedades. En 2019 se compró una vivienda unifamiliar en la urbanización Montepríncipe que reformó por completo a su gusto y que le pertenece únicamente a ella a pesar de que fue allí donde vivió su relación con Rivera. Y en 2020 firmó la compra de un piso, a medias con su madre, 130 metros cuadrados en la localidad madrileña de Majadahonda, donde ella había residido siempre, hasta que comenzó su relación.
Ambas viviendas, más la empresa, más la muchísima expectación y ganas que hay de su nueva gira, indican que Malú es más que solvente y que nos queda de su música para mucho rato. También que, si queremos conocer detalles de su vida, hay que prestar atención a las letras que compone, pues ya lo ha dejado claro, sus canciones no mienten y salen del alma.