Sofía Vergara y su exprometido, Nick Loeb, andan a la gresca por culpa de dos embriones femeninos que congelaron en 2013 cuando aún estaban saliendo, con vistas a que, si el día de mañana se animaban a formar una familia, de esta manera sería mucho más fácil ya que sólo habría que implantar estos embriones en el vientre de la madre (o vientre de alquiler). Pero las cosas no salieron como pensaban. Ahora, meses después de su ruptura, Vergara pretende destruir estos embriones y Nick no quiere. Sofía desearía utilizar la ciencia para concebir, pero sólo con su nueva pareja, Joe Manganiello, con el que se casará este mismo año, pero Loeb no está por la labor de permitir que se destruya el fruto de su simiente, por lo que ha demandado a la actriz colombiana.
En la demanda se emplean nombres falsos, a él se le llama ‘John Doe’, y a ella ‘Jane Doe’. En lo presentado ante el juez, ‘John’ le exige a su expareja que bajo ninguna circunstancia destruya los embriones. “Al final de su relación, John trató de que Jane accediera a que si alguno de los dos moría, el otro se haría cargo de los dos embriones, pero ella se negó a responder siquiera, ya que esperaba que estos fueran destruidos”. Además, a él se le plantea un fuerte dilema moral. “Nick cree que la vida comienza desde el momento de la concepción, así que para él eso son vidas. Es horrible mantenerlas congeladas. ¡Esos son sus bebés!”, ha confesado a Page Six una fuente cercana a Loeb.
La denuncia no sólo recoge este caso, sino que también se hace eco de la manera en la Sofía Vergara trataba a Nick Loeb cuando eran pareja. “En varias ocasiones abusó de John de manera física, emocional y mental. Le golpeó en la cara dos veces, le dio alguna patada y llegó a lanzarle el teléfono a la cabeza”. Según esta denuncia era habitual que lo llamara “perdedor” o repetirle que no valía para nada. Todo esto es la versión de Nick, claro, la gente cercana a Sofía asegura que tan sólo se trata de una estrategia para que el empresario logre algo de atención mediática. Pero, si así fuera, ¿por qué habría querido hacer la denuncia de manera anónima, facilitando dos nombres falsos? ¿Sabía que todo acabaría saliendo a la luz?
Por Conchi Álvarez de Cienfuegos