¡Ha saltado la liebre! Si pensábamos que en Supervivientes ya lo teníamos todo controlado, podemos ir cambiando el chip. Algo muy importante, algo crucial, algo que cambia el rumbo de todo ha ocurrido. Un bombazo de los que han desestabilizado la isla, el programa y casi todo lo que conocemos. ¿Los protagonistas? Sofía Suescun y Adrián Rodríguez. ¿El contenido? Pues sí, lo que todo el mundo está imaginando...
Adrián aterrizaba en Sálvame para defenderse de las muchas críticas que los colaboradores han vertido sobre él, sobre todo a raíz de su abandono voluntario. Una tensión inicial que prometía relajarse con el paso de las horas. Kiko Hernández anunciaba que tenía uno de esos bombazos suyos que lo cambian todo. Era de tal magnitud que no ha dudado en subirse a la mesa para crear expectativa. ¡Cómo se lo sabe! Ya, pegados a la pantalla toda la tarde.
“Hemos tenido a Sofía con un concurso complicado en Supervivientes”, comenzaba a explicar el colaborador ante la atenta mirada de sus compañeros. “Me dice una persona que ha trabajado con los concursantes que, antes de empezar la aventura, Sofía y un concursante no paraban de jugar, de intimar, de hacer miraditas, de hacer tocamientos, esas cositas que hacen los novios cuando se están conociendo”. La respuesta al enigma iba a sorprender a todos.
Muchos pensaron rápidamente en Logan, pero nada de eso. “¡Estoy hablando de Sofía y Adrián!”, exclamaba Kiko. El exconcursante, presente en plató, no podía contener la risa. Totalmente ruborizado, Adrián ni confirmaba ni desmentía. “No sé qué te han contado y qué no...”, se justificaba sin mucha credibilidad. El comportamiento físico del exsuperviviente dejaba claro que algo estaba ocultando.
“Alguna que otra mirada... Roce, roce... No puedo decir nada”. La respuesta de Adrián no convencía a los presentes. “Esto da la vuelta a la historia”, continuaba Kiko. “¡Sofía quería algo con este señor primero!”. La insistencia hacía que Adrián se derrumbase y confesase lo evidente. “No dormíamos... Teníamos mucha ansiedad... Estábamos ahí”, dejaba entrever. “A Sofía la veo una día diez”. Es la pieza del puzzle que nos faltaba.
“Se rompió nuestra relación porque ella se pensó que la nominé”. ¡Otro bombazo! Ahora, por fin, entendemos el enfado de Sofía con Adrián. La reacción de la concursante resultaba un tanto exagerada pese a la buena amistad que mantenían. Cosa distinta es que pensase que Adrián la había nominado cuando, detrás de cámaras, estaban teniendo sus propios 'asuntos personales'. Madre mía, cuando se entere Alejandro Albalá. Y Hugo. Y el propio Logan. Una vez más, Sofía, protagonista de todo.