Lo primero: Ser ‘stripper’, bailarina exótica o como quieras llamarlo, es un trabajo HÍPER DIGNO, pero, tal vez, no sea el ejemplo que pondríamos cuando hablamos de empleo ligado a la tradición. Pondríamos otros como artesana, maestra, curtidora de pieles… El caso es que eso parece que da igual cuando compites contra una princesa. Sí, porque Sofía Hellqvist, princesa de Suecia desde su matrimonio con Carlos Felipe el pasado año, antes de dedicarse a llevar tiaras, saludar con la mano un poco cóncava y asistir a cenas de gala, trabajó como bailarina erótica. También hizo otras cosas, como ser camarera, pero fue su pasado como 'stripper' y participante de ‘realities’ lo más llamativo. Ahora ella, una suerte de exgranhermana, ha sido homenajeada con el galardón Lantis, que ensalza los valores tradicionales.
Pero el premio se lo dan no porque antes fuera una artesana con manos de oro que pasaba largas horas en su taller, sino por su labor como representante del entorno rural, del que ella es originaria, por todo lo que ha conseguido para el lugar en el que ella nació. Cuando se supo que el príncipe de Suecia se casaba con una muchacha de Älvdalen, la curiosidad cundió entre los suecos y muchos se acercaron a conocer la tierra en la que había nacido la que pronto se convertiría en miembro de la familia real. Además, la pareja de enamorados visitó el lugar y esto disparó aún más su popularidad, traduciéndose en una gran cantidad de dinero procedente del turismo. Ahora ya lo entendéis, ¿verdad? El homenaje, el premio a la mujer tradicional y su pasado, se explica con esto: más dinero para una región procedente del turismo. Nos parece perfecto, como si le dieran el galardón a la emprendedora del año. También tendría el mismo sentido...
Y para el resto de candidatas, lo sentimos, jugabais en desventaja, y contra una princesa es fácil perder.