¿Qué ha pasado en las últimas horas? Silvia Bronchalo cerraba este pasado miércoles su visita a la prisión de Koh Samui con un evidente enfado. Así lo transmitían los periodistas afincados a las puertas del centro penitenciario. La madre de Daniel Sancho terminaba su visita visiblemente molesta y cerraba, según aseguraban los presentes, la puerta del taxi con fuerza. Un gesto que no pasaba desapercibido tras semanas en las que Bronchalo se ha mostrado en todo momento comprensiva con la prensa. Tal vez la presión mediática que sufre en un entorno tan pequeño con Koh Samui ha hecho que la expareja de Rodolfo Sancho ya no pueda más.
Tras este episodios, Silvia Bronchalo ha desaparecido. La madre de Daniel Sancho, por primera vez, no acudía a la cárcel para visitar a su hijo en uno de los días donde se permiten visitas. Desde que llegase a Tailandia, Bronchalo no ha faltado ni un solo día. En las últimas ocasiones podíamos verla llegar con una abultada mochila donde llevaría enseres que le habría pedido su hijo para su estancia en prisión. Según se publicaba, podría haberle llevado incluso un libro que le habría pedido Daniel Sancho. Desde entonces, el silencio. Silvia Bronchalo no llegaba a la prisión este jueves.
Coincide esta ausencia con el previsible viaje de Rodolfo Sancho a Tailandia. Pese a que los portavoces de la familia no han confirmado todavía nada, se aseguró a finales de la semana pasada que el actor podría llegar a Bangkok en breve. Sería la primera escala en un viaje que terminaría en Koh Samui. Por fin, el actor podría encontrarse cara a cara con su hijo Daniel después de que este fuese acusado del asesinato de Edwin Arrieta.
Silvia Bronchalo, ¿de vuelta a España?
A principios de agosto, poco después de que saltase la noticia de la detención de Daniel Sancho, se aseguró por parte de diversos medios que la familia estaría organizándose para pasar largas temporadas en Tailandia. Algo con toda lógica ya que el tiempo que le queda al hijo del actor en prisión es todavía largo. La celebración del juicio de Daniel Sancho, según calculan las partes, podría ser para diciembre o principios del próximo año. Muchos meses todavía de prisión provisional y a la espera de la previsible condena.
Podría ser que, una vez Rodolfo Sancho acuda a Tailandia, su expareja regrese a España. Este era uno de los planes que se barajaban en un primer momento y que la ausencia de Silvia Bronchalo en la prisión de Koh Samui podría llegar a confirmar. ¿Estaría el actor ya llegando al país? ¿Le veremos en breve acudiendo a la cárcel para visitar por fin a su hijo Daniel? El actor habría estado en contacto con él a través de videollamada, según confirmó Carmen Balfagón.
Desde 'El programa del verano' han asegurado que el actor todavía se encuentra en Fuerteventura pero que va a viajar, ahora sí, en breve. No sería la primera vez que se afirma lo mismo y no se produce. El actor ha ido retrasando paulatinamente su viaje a Tailandia por diversos motivos. La realización de gestiones privadas era el motivo que argüía la portavoz de la familia. Por el momento, Sancho todavía no habría abandonado España pero lo hará pronto. ¿Ha abandonado Silvia Bronchalo la isla ante la llegada de su expareja?
El cambio de actitud de Silvia Bronchalo
El pasado viernes era una de las pocas veces en las que Silvia Bronchalo salía de la cárcel de Koh Samui sin gafas de sol. La madre de Daniel Sancho se mostraba más relajada y optimista. Una actitud que contrastaba con la que ha mantenido en los últimos días. La madre del chef volvía a aparecer más afectada y cargada con una pesada mochila. Varios visitas que terminaba este jueves con la ausencia repentina de Bronchalo. La madre de Daniel Sancho no acudía a la prisión a ver a su hijo.
Según informaban desde ‘El programa del verano’, también la actitud de Daniel Sancho había cambiado en los últimos días. El hijo de Rodolfo Sancho se encontraría más hundido, posiblemente conocedor de la ausencia de las visitas de su madre. Sancho ha podido hablar casi a diario con ella durante un período de 20 minutos. Un momento que, según la propia dirección del centro, le suponía una inyección de ánimo en su encierro.