La llegada de Rodolfo Sancho a Tailandia situaba la atención mediática en cada uno de los movimientos del actor. El padre de Daniel Sancho tardaba varias semanas en viajar hasta Koh Samui y la expectación eran máxima. Sancho se sinceraba en una primera comparecencia acompañado de su equipo de abogados antes incluso de poder visitar a su hijo en prisión. Era este punto el que marcaba una inflexión en la estancia de Silvia Bronchalo. La madre del hoy acusado del crimen de Edwin Arrieta desaparecía y dejaba de acudir a la cárcel como había hecho en las semanas anteriores. ¿El motivo? Dejar espacio y no interferir en las gestiones llevadas a cabo por su expareja.
Silvia Bronchalo no solo no acudía a la prisión de Koh Samui. Tampoco hacía apariciones en la isla y no se reunía, al menos en público, con Rodolfo Sancho. Un momento de recogimiento después de haber pasado varias semanas en primera línea de la actualidad. La madre de Daniel Sancho permanecía en Tailandia pese a que se había asegurado que podría regresar a España y esperaba pacientemente a poder volver a ver a su hijo en la cárcel. Será, previsiblemente, el próximo lunes.
La madre de Daniel Sancho optaba por apartarse para dejar espacio al equipo de abogados de su hijo. Marcos García Montes, junto al propio Rodolfo Sancho, se entrevistaba en varias ocasiones con Daniel Sancho para reconstruir todo lo ocurrido y preparar la defensa. También acudían a la comisaría de policía y al juzgado en diversas ocasiones para recabar información acerca de las investigaciones policiales llevadas a cabo. El proceso será, por el momento, largo.
Silvia Bronchalo no visita a su hijo Daniel Sancho en prisión
No es que Silvia Bronchalo no hubiese podido acudir a ver a su hijo Daniel. Tal y como aseguraban corresponsables enviados a Koh Samui, así como el equipo de Rodolfo Sancho, los abogados del actor no habían agotado la disponibilidad horaria para reunirse con el reo con la intención, precisamente, de dejar espacio para visitas personales. Los letrados pueden reunirse con su representado en prisión a lo largo de toda la mañana y durante todos los días. Aun así, pese a tener espacio, Bronchalo optaba por permanecer alejada de las cámaras. Una imagen de los padres de Daniel Sancho juntos aumentaría, más si cabe, la atención mediática.
Durante esta semana, ha sido Rodolfo Sancho quien ha visitado a diario a su hijo en el centro penitenciario. Junto al abogado del joven, Marcos García Montes, han comenzado a dibujar la estrategia de defensa aunque todavía queda mucho por perfilar. Según confirmaba el letrado, no obra en poder de la defensa el expediente del caso. De hecho, tampoco estaría ni en manos de la fiscalía en su versión completa. Hasta que esto no ocurra y no se traduzca, no podrán ponerse manos a la obra.
La partida de Rodolfo Sancho rumbo a España
Será este próximo sábado cuando Rodolfo Sancho abandone Tailandia. La visita del actor ha sido rápida y casi fugaz. ¿El motivo? Rebajar la presión mediática sobre el caso. Sancho es consciente que su presencia hace que los medios desplazados están más pendientes de todo lo que ocurre y esto podría terminar perjudicando a su hijo. Evitar este conflicto internacional es el principal objetivo del actor, aunque para eso tenga que dejar de ver a su hijo en escasas horas.
Según está previsto, Sancho abandonará Bangkok este sábado por la mañana. Será la última vez, previsiblemente, que vea a su hijo Daniel hasta la fecha del juicio. El actor acudía este viernes hasta un total de 3 ocasiones a la prisión de Koh Samui. Lo hacía junto a los abogados que llevan el caso del joven chef, como siempre. En una de ellas, llevaba comida para poder pasar más tiempo junto a su hijo. Será su despedida hasta dentro de unos meses. La fecha del juicio se prevé para final de año o principios del próximo.
Rodolfo Sancho se dirigía este viernes a los medios para confirmar el motivo de su marcha. Durante los días que ha permanecido en Koh Samui, ha sido el abogado de Daniel, Marcos García Montes, quien ha llevado la voz cantante en las comparecencias. El actor tan solo rompía su silencio en tres ocasiones. Una primera para mostrar su respeto a las autoridades tailandesas, una segunda para defender su posición -muy criticada por el duro tono utilizado- y la tercera para pedir disculpas y reconocer que la situación vivida en la cárcel ha sido demasiado para poder asumirla.