'La niña de Srek' es uno de los personajes estrella de Silvia Abrily al que lleva dando voz desde hace más de una década. Gracias a él ganó popularidad, enamoró a Andreu Buenafuente pero a su vez tantos golpes y acrobacias le llevaron a perder parte de su buena salud. Así lo ha confesado ella misma en una entrevista a 'El Grupo' de la Cadena SER: "Se la regalé a un personaje", afirmaba de manera contundente haciendo referencia a su rodilla derecha.
Gajes del oficio se dice y es que la humorista, de 49 años, asegura que hizo lo que tuvo que hacer: "Se suele tirar mucho por el suelo y tantos años haciendo de la niña de Shrek, le di mi rodilla derecha", explicaba con su evidente sentido del humor. Esta dolencia le ha obligado a alterar su vida cotidiana y es que ya hay muchas cosas que no puede hacer: "No puedo saltar a la comba, no puedo hacer running, no puedo hacer salting, no puedo hacer salto del tigre...", bromeaba.
Hay que echar la vista atrás para recordar como cada vez que entraba en escena un huracán ponía patas arriba el plató. No nos cabe duda que esta enérgica y descarada niña con problemas de higiene para quien no había límites finalmente le haya pasado factura a su creadora.
Silvia y Buenafuente, una de las parejas más estables
Aunque han trabajado juntos en innumerables ocasiones, la pareja, que lleva 14 años de relación, ha intentado mantener su vida privada al margen del espectáculo. Padres de una hija, Joana, de ocho años, es común verles intercambiarse bromas en redes sociales. La última en hacerlo ha sido la actriz que aprovechaba una fotografía de un Buenafuente muy joven en actitud seductora para sacar a relucir su sarcasmo: "Me meo total", escribía haciendo referencia a la apariencia de su chico.