Este martes 5 de noviembre se cumple una semana del desastre más grande que hemos sufrido en la historia de España. La DANA que sufrieron, sobre todo en Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, ha dejado ya más de 215 muertos, cientos de desaparecidos y alrededor de 15.000 hogares continúan sin electricidad. Una catástrofe nunca vista en la que todos los españoles se han volcado para ayudar a las víctimas y a sus familias.
Entre gritos de desesperación, dolor, indignación y rabia por cómo se ha gestionado la desgracia y sus terribles consecuencias, los habitantes de las zonas afectadas están cansados y dolidos. Lo han perdido todo y todavía no saben cómo van a mirar hacia delante. No se sienten apoyados por las administraciones y culpan a los políticos de no estar a la altura. En medio de todo ese nerviosismo se vieron envueltos Letizia (52 años) y Felipe VI (56 años), que desde un primer momento han estado atentos a lo ocurrido.
Una semana después de la espectacular tormenta que se ha llevado la vida de cientos de personas y con la prensa internacional encima de nuestro país y de cada uno de los movimientos que hacen los Reyes, a pesar de lo que muchos puedan pensar de la monarquía, lo cierto es que Letizia y Felipe han estado muy pendientes en todo momento. Han cancelado algunos de sus eventos, han reorganizado sus agendas y han mostrado lo importante que es para ellos estar al pie del cañón en un momento tan complicado.
El comunicado de la Casa Real española
Cuando todavía no teníamos todavía ni idea de lo que estaba por suceder (aunque ya había imágenes de las inundaciones), los Reyes hicieron un primer comunicado con el que mostrar su inquietud. "Seguimos con mucha preocupación las devastadoras consecuencias de la DANA en la Comunidad Valenciana, Castilla -La Mancha, Murcia, Andalucía y otros puntos de España", empezaba diciendo el texto.
"Nuestro más ferviente deseo de que los desaparecidos sean localizados con vida y rescatados cuanto antes, y nuestra solidaridad con los miles de afectados", continuaron expresando diciendo sobre las víctimas de la DANA. "Gracias a todos los servicios de emergencias, bomberos, policías locales, Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Guardia Civil por la encomiable labor que están realizando en condiciones tan difíciles", concluían con este primer paso desde la Casa Real española.
Pero cuando la sociedad española vio la verdadera y cruda realidad de las consecuencias, los Reyes no se quedaron ahí y tomaron la decisión de modificar sus agendas. El matrimonio real dejó claro que no era momento de ir a ninguno otro sitio que no fuera la zona cero. Por ello desecharon (Letizia dijo "no" a los XVII Premios Estrategia NAOS) cualquier otro evento y pusieron rumbo a Valencia el pasado domingo 3 de noviembre. Un momento que se convirtió en uno de los días más tensos que ha vivido la Corona actual en toda su historia.
Letizia y Felipe, el aguante frente a la rabia
Felipe y Letizia llegaron a Paiporta junto a una comitiva presidida por Pedro Sánchez y Carlos Mazón pero lo que no se esperaban es que los ciudadanos se volcaran contra todos ellos. Entre gritos de "fuera" y" asesinos" los Reyes se vieron entre miles de ciudadanos enfurecidos por la situación que estaban viviendo y que se quejaban de la gestión.
Manchados por el barro que les tiraron en pleno directo, el equipo de seguridad de la Casa Real les dijo que se fueran de allí, que corrían peligro. De hecho, uno de los guardaespaldas de la Reina aguantó durante todo el recorrido con una brecha en la cabeza sangraba por su rostro. Indignación, dolor, desesperación... Los Reyes vivieron de primera mano todo lo que los afectados sentían y desoyeron las recomendaciones. Se quedaron allí. Aguantaron el tipo.
Felipe abrazó a todos aquellos que los necesitaron, puso mesura en medio de todo ese nerviosismo y Letizia, con el rostro totalmente desencajado, no pudo contener las lágrimas. Jamás se había visto así a los Reyes de España. Eso sí, quienes se acercaron hasta ellos les dejaron claro que el enfado no era contra la Corona (ya que ellos no tienen poderes para desplegar más militares o destinar fondos) sino contra los gobernantes que habían tardado tanto en reaccionar.
Tras estos momentos tan desesperanzadores para todos, Felipe ha estado este lunes a primera hora en la Base Aérea de Torrejón, en concreto en el Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias, para ponerse al frente de la crisis. El Rey se ha reunido con varios expertos para coordinar acciones y enfrentarse a los efectos del temporal. Han estado hablando de cómo evaluar los daños y así ayudar con medidas de emergencia a las comunidades afectadas. Una reaparición en la que ha vuelto a mostrar su gran preocupación.
La prensa internacional, con los Reyes
Numerosos titulares alrededor del mundo han publicado las imágenes de Letizia y Felipe embarrados y preocupados por las víctimas. No hay medio que no hable del momento de tensión que vivieron y de lo bien que aguantaron la revuelta de personas que estaban doloridas con la catástrofe.
"La reina conserva de su antigua profesión la capacidad necesaria para escuchar el sufrimiento de los demás. Y mientras, casi 20 años después, en el barro valenciano, su marido intenta abrir la discusión y calmar las mentes más acaloradas: Pero además la reina guarda silencio y escucha. Si no está en su poder liberar fondos, enviar más tropas u organizar ayuda, al menos pueden alzar la voz", dicen sobre ellos en 'Point de Vue'.