Los últimos pasos de Álvaro Prieto antes de su desaparición en Sevilla

Desde que el joven futbolista Álvaro Prieto desapareciese el pasado día 12 de octubre no se había vuelto a saber nada de él; recreamos sus últimos pasos desde que abandonó la estación de Santa Justa en Sevilla

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Álvaro Prieto
Cuatro

Las búsquedas organizadas por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la policía nacional no habían dado frutos. Con drones y perros rastreadores, habían recorrido las vías de del tren donde desapareció el joven Álvaro Prieto. El futbolista desaparecía el pasado día 12 de octubre tras pasar una noche de fiesta en Sevilla. Originario de Córdoba, viajaba en tren hasta la capital hispalense junto a un amigo. Allí pasó la noche hasta que, de repente, se dio cuenta que quedaban pocos minutos para la salida de su tren de regreso. Comenzó entonces su pesadilla.

Por el momento, nada más se había sabido del joven de 18 años. Ni movimientos bancarios, ni conexión a su teléfono móvil, ni nada en redes sociales. Tampoco la policía había tenido, por lo que se ha ido publicando, pista alguna acerca de su paradero. La familia Prieto barajaba dos hipótesis: bien que haya sufrido un atropello o bien que se subiese a un coche equivocado.

Los últimos pasos de Álvaro Prieto antes de su desaparición

Prieto llegó a Sevilla en Ave, procedente desde Cordoba. Allí iba a pasar una noche de marcha con amigos para regresar, también en tren, a las 7:35 de la mañana. Pocos minutos antes se daba cuenta que quedaba poco para que saliese el tren. Casi sin batería, el joven, al parecer, corrió hasta la estación -era un joven deportista y en forma- para lograr llegar a tiempo. No fue así. Al pisar la estación de Sevilla, el tren Avlo en el que iba a volver, ya había partido.

Sin dinero en efectivo y con el teléfono ya sin batería -durante el camino de vuelta llegó a enviar, al parecer, un mensaje a su amigo-, no tenía forma de conseguir un nuevo billete. La única tarjeta bancaria que tenía la llevaba instalada en el móvil. Según testigos presenciales, algunos de los presentes ofrecieron a Álvaro su propio teléfono pero este lo rechazó, posiblemente por desconocer de memoria los teléfonos de su familia. Tampoco buscó, según parece, un cargados para poder revitalizar su móvil y comunicarse.

Lo que sí se sabe es que trató de colarse en otro de los trenes que hacían parada en Córdoba pero el personal de seguridad, alertado por lo ocurrido, le frenó y le echó de la estación. Testigos presenciales confirman que Prieto se marchó andando de Santa Justa aunque se desconoce en qué dirección. Según se ha publicado también, una mujer seguro haberle visto aproximadamente a un kilómetro de la estación, cerca de Las Huertas, en la avenida de Kansas City. De forma que ha sido en esa zona donde los investigadores han centrado las primeras búsquedas.

Los movimientos de la policía para encontrar a Álvaro Prieto

El último mensaje que envió Álvaro Prieto fue a sus padres y rezaba “voy a la parada”, ya que era en el momento en que se dirigía hasta la estación para coger el tren de vuelta. No fue así, ya que este ya había salido cuando llegó. Una vez ya fuera de la estación y según el testimonio de la testigo, Prieto recorrió la avenida Kanas City, que transcurre paralela a las vías de tren. Casi un kilómetro donde hay diversos establecimientos que podrían haber captado al joven a través de sus cámaras de seguridad. Un banco, varios bares y algunos otros negocios hasta el punto donde Álvaro Prieto habría desaparecido.

En aquí donde surgen todas las dudas. ¿Qué hizo Álvaro Prieto? ¿Trató de acceder a las vías del tren? ¿Tuvo un accidente mientras caminaba? ¿Hizo autoestop y subió a algún vehículo? No era hasta este lunes día 16 de octubre cuando se confirmaba la peor de las noticias. El cuerpo sin vida de Álvaro Prieto aparecía entre dos vagones en las proximidades de la estación de Sevilla. Era un equipo del programa que conduce Jaime Cantizano en Televisión Española quien localizada el cuerpo. Alertada la policía, poco después de producía la confirmación oficial.