Los conflictos de ‘Supervivientes’ no se han quedado en la isla. Al llegar a España y por mucho que los concursantes aseguren que dejan los conflictos para el reality, queda claro que las espadas siguen en lo alto. Mónica Hoyos continúa su cruzada contra la gran enemiga, Isabel Pantoja, aunque también ha confesado que la experiencia vivida en los Cayos le ha dejado una importante secuela psicológica…
Pasar tantas semanas sin alimento ni cobijo no es fácil de soportar. Eso lo tienen claro todos los que han participado en ‘Supervivientes’. La fuerza mental es, al final, mucho más importante que el desgaste físico. Y eso tanto dentro del reality como al llegar a la civilización de nuevo. Mónica Hoyos ha sido la última en sincerarse y confesar que sufre secuelas que todavía no cree que pueda superar.
La exconcursante acudía a ‘El programa del verano’ para saldar sus deudas con el resto de concursantes, en especial con Isabel Pantoja. La ex de Carlos Lozano ni perdona ni olvida, por mucho que asegure que ya todo es agua pasada. A Mónica no le encajó nada el cambio de actitud de la tonadillera y sigue sin encontrarle una explicación convincente. Eso sí, tampoco tiene mucho interés en solucionar nada.
Lo que sí ha reconocido Hoyos ha sido las secuelas que sufre a nivel psicológico tras haber estado tres meses la Honduras. “No sé si voy a poder seguir viviendo en Madrid”, explicaba muy sincera. “Necesito el agua, el mar”. La exconcursante se ahoga en su vida de siempre y puede que tenga que coger las maletas para instalarse cerca de la playa.
Veto a Miriam Saavedra
También aseguraba Mónica que su encuentro con Miriam Saavedra no se produjo en la isla porque ella no quiso. “Miriam estaba vetada”, afirmaba la exsuperviviente. “La gente que no me interesa está vetada”. Un giro de guión que explica muchos de los movimientos que ocurrieron durante la visita de la ganadora de ‘GH VIP’ a Honduras