Fue el 18 de abril de 1977 el día en que la chica ye yé, la gran actriz Concha Velasco (83) se casaba con Paco Mansó, quien entonces era un desconocido actor de teatro. Fue un acontecimiento insperado para muchos, como consecuencia de un amor loco e intenso.
Los novios se conocieron doce años antes de la boda, durante la representación de la obra de teatro "Don Juan Tenorio", pero el amor no surgió hasta coincidir de nuevo en otra obra "Las arrecogías del beaterío de Santa María Egipciaca. Durante los ensayos y las representaciones de la obra los actores se enamoraron por completo. Y la chispa se encendio de tal formar que decidieron casarse de inmediato, sin apenas pensarlo (ni organizarlo).
"En la obra él es mi amante y me da un beso... Yo me encontré muy a gusto con Paco y al poco se me declaró. El se dió cuenta de que me amaba y yo creí que efectivamente correspondía a ese amor" Explicó la actriz a Lecturas tras la boda.
Marsó estaba tan enamorado que le dió a la actriz un plazo máximo para aceptar su propuesta de matrimonio y ella no se pensó dos veces el darle el sí quiero al actor, a pesar de haber dado a luz a su primer hijo Manolo tan solo siete meses antes de la boda.
Esto dio paso a un gran rumor que aprovechó la pareja: se dijo que Manolo también era hijo de Paco Marsó. Y así lo confirmó la pareja, negando que el pequeño fuera fruto de una aventura de la actriz con el director de fotogradía Fernando Arribas. "El padre de mi hijo es mi marido" aseguraba Concha a Lecturas tras la boda en 1977. Y se creyó esta mentira hasta hace apenas dos años, en 2021, cuando el mismo Manolo, acompañado de su madre Concha Velasco, desvelaba toda la verdad sobre su padre biológico.
Concha Velasco y Paco Marsó: Una boda sencilla y un futuro lleno de engaños
A la ceremonia, celebrada en la iglesia del Pilar del madrileño barrio de Chamartín, asistieron tan solo sesenta invitados, la gran mayoría familiares y algunos compañeros de trabajo de la actriz como José Luis López Vázquez y el director Pedro Lazaga y fue horas más tarde, en el convite, cuando se sumaron más amigos hasta alcanzar los doscientos asistentes.
Ella le regaló un reloj como regalo de bodas y él a ella nada, algo que no supuso un problema para Concha: "Paco es pobre, simplemente me regaló una promesa: comprarme un televisor en color en cuando ahorre" contó la actriz a Lecturas con una gran sonria e ilusionada.
Durante la boda estuvieron muy felices y acaramelados. Pero fue inmediatamente despúes, en la noche de bodas cuando Marsó desapareció hasta la mañana siguiente sin darle explicaciones a su reciente mujer. Concha Velasco no le dió importancia, pues el matrimonio siguió, se mudaron y vivieron juntos con sus hijos: Manolo de ella, Diana de él y, años más tarde, junto a Paco, el hijo de ambos.
La pareja experimentó tanto el éxito como el fracaso y la bancarrota financiera. Estos altibajos económicos tuvieron un impacto en la salud de Concha, quien padeció úlceras estomacales, depresiones y se distanció cada vez más de su esposo. Tras varias separaciones y reconciliaciones fallidas, finalmente se separaron en 2005. Marsó dejó de ser su representante y Concha se encargó de pagar todas las deudas. Sin embargo, lo peor llegó un año después de su separación, cuando Paco Marsó apareció en programas de televisión y reveló su adicción al juego y sus múltiples infidelidades durante los 28 años que estuvo casado con Concha. En 2009, la actriz se enteraba a través de la prensa de que Marsó se casaba con una joven con quien tendría un hijo. Razón por la que un año después firmaron los papeles del divorcio.
Al poco, en 2010 murió Paco Marsó y, a pesar del calvario que le hizo pasar, Concha fue a despedirse de él en su entierro. Al fin y al cabo fue el amor de su vida.