Entre los 'Gipsy Kings' y su paso por 'Supervivientes' está claro que a Saray Montoya estar en la tele le ha salido muy rentable. Parece que su economía está más que saneada –se les acusó de tener enormes deudas– y ha decidido echar la casa (nunca mejor dicho) por la ventana. Ella y su marido, Jorge, han adquirido una casa en la zona más 'chic' de Sevilla y dejan atrás la casa en la que residían hasta ahora y que se encontraba situada en el barrio marginal de las Tres Mil Viviendas.
La nueva casa de Saray está valorada, atención, ¡en medio millón de euros! Eso, sí, necesita bastante reforma para que quede al gusto de ellos. La suerte de Saray y Jorge es que ambos son unos manitas y la mayoría de las cosas se las están haciendo ellos. Por ejemplo, pintar la casa. Saray y Jorge se la han pintado ellos solitos. La chimenea "que tenía una madera, estaaba muy antigua y me la he pintado yo, ¿eh?", afirma Saray. "Aquí estamos currando los dos", añade Jorge, encargado de la fontanería de la cocina, entre otras cosas.
La casa tiene dos salones, cinco habitaciones, un jardín delantero, con una gran fuente a la entrada, y otro jardín trasero, el más familiar y el que más usará la familia porque es donde está ¡la piscina! Con las altísimas temperaturas que los sevillanos padecen en verano, una pileta, por pequeña que sea, siempre es un lujo y en la nueva casa de Saray este elemento no podía faltar. De hecho, y aunque la casa todavía está en proceso de reformas, parece que la piscina ya ha sido usada: está completamente limpia y perfecta para su uso –no así el resto de la casa– y hasta un flotador hinchable gigante se deja ver en sus aguas.
En ese jardín trasero detaca también una carpa con sombra bajo la cual hay lo que ha de ser un sofá rinconera hecho con palés. Saray fue a una tienda de muebles "pero me pidieron 800 euros, así que me fui a comprar unos palés y me lo he hecho yo misma". No hay nada como ser una manitas.