Sara Carbonero viajaba hace varios días hasta su pueblo, Corral de Almaguer (Toledo) en compañía de sus hijos y su marido, Iker Casillas, para dar inicio a las vacaciones.Unos días de felices reencuentros tras meses sin verse y lamentablemente también tristes pérdidas.
Este viernes, la periodista y su hermana Irene compartían en sus respectivos perfiles de Instagram una preciosa instantánea en blanco y negro en la que sus abuelos se fundían en un cariñoso beso: "La historia de amor más bonita del mundo. Juntos por fin", ha escrito. Un breve texto con el que ha anunciado el fallecimiento de su abuelo paterno. Parece que a pesar de la pena que siente por la pérdida, a la mujer de Iker Casillas le reconforta pensar que sus abuelos podrán reunirse de nuevo en el más allá.
El fallecimiento de su abuelo ha coincidido con su estancia en el pueblo y el inicio de un verano un tanto atípico pero no por ello menos especial. La periodista reconocía que esta vez le toca "vivir al día", sin planes aparentes pero con el único objetivo de disfrutar del afecto de sus seres queridos. Si algo ha aprendido Sara en los últimos años a consecuencia de su enfermedad es que hay que agradecer a la vida que día a día "nos siga sorprendiendo y regalando momentos únicos y que tengamos la capacidad para apreciarlos".
Tras su paso por Corral de Almaguer, la familia al completo se trasladará hasta Navalacruz (Ávila) no sin antes hacer un parón en Madrid para reencontrarse con compañeros y amigos a los que no ven desde hace más de seis meses.
Futuro incierto
Por el momento es toda una incógnita dónde empezarán el curso Sara e Iker. "Me encanta vivir en Oporto. Llevo cinco años aquí y estoy completamente enamorada de esta ciudad y de su gente, pero no será definitivo...", reconocía la presentadora recientemente. Y parece que ese momento ha llegado. El matrimonio y sus hijos podrían instalarse en Madrid a partir del próximo mes de septiembre si finalmente se hace oficial la vuelta del futbolista al Real Madrid, esta vez como asesor del presidente.