Con el fin del estado de alarma, Sara Carbonero puso rumbo a su pueblo Corral de Almaguer (Toledo) junto a sus dos hijos y su marido, Iker Casillas, para reencontrarse con toda su familia después de meses de confinamiento. Días felices que lamentablemente se teñían de negro con la muerte, el pasado fin de semana, del abuelo paterno de la periodista.
Tras la emotiva despedida, la mujer de Iker Casillas ponía tierra de por medio y mientras el futbolista regresaba a Oporto por motivos de trabajo, ella viajaba junto a Martín y Lucas a uno de sus rincones favoritos en el mundo: el Algarve portugués. La primera vez que viajaron hasta esas idílicas playas fue en 2014, y después repitieron en 2017 para celebrar el primer cumpleaños de Lucas. Los cinco años que Sara lleva en Portugal le ha llevado a crear una conexión muy especial con el país vecino y es que ha pasado los años más importantes de su vida allí.
Este verano ha regresado de nuevo, quizás para recordar viejos tiempos. Lo ha hecho en compañía de un grupo de amigos entre los que se encontraba Ana Carolina Teixeira y Filipa Cardoso. A juzgar por las diferentes imágenes que ha compartido a través de su perfil de Instagram, esta escapada le ha servido para recuperar la sonrisa y la calma tras la pérdida de su abuelo.
La vuelta a Madrid más cerca que nunca
Por el momento es toda una incógnita dónde empezarán el curso Sara e Iker pero a falta de confirmación oficial parece que la pareja vuelve a casa después de cinco años en Oporto. "Me encanta vivir en Oporto. Llevo cinco años aquí y estoy completamente enamorada de esta ciudad y de su gente, pero no será definitivo...", reconocía la presentadora hace unas semanas. Está previsto que el matrimonio y sus dos hijos se instalen de manera definitiva en Madrid a partir del próximo mes de septiembre si finalmente se hace oficial la vuelta del futbolista al Real Madrid, esta vez como asesor del presidente.