Sara Carbonero abre las puertas de la estancia más desconocida y práctica de su casa de Madrid

La periodista Sara Carbonero ha compartido a través de las redes sociales el comedor donde pasan buena parte del día

Sara Carbonero

Aunque Sara Carbonero e Iker Casillas llevan más de tres meses viviendo en Madrid junto a sus dos hijos, a diferencia de su etapa en Oporto en la que presumía de infinidad de rincones de su idílica morada, la periodista se muestra reticente a mostrar cómo es su casa de la capital.

Ha sido este martes, cuando Sara Carbonero sorprendía a sus seguidores al 'abrir' uno de los espacios más desconocidos y prácticos de su casa: el comedor. Se trata de una extensión de la cocina, un rincón muy práctico donde desayunar o comer sin necesidad de salir de la cocina. En la instantánea se ve una amplia mesa de madera con sillas grises que combinan a la perfección con la pintura de la pared, también gris.

Sara Carbonero

Sara Carbonero, comedor de su casa en Madrid

Instagram @saracarbonero

No solo debe ser uno de los rincones que más le gusten a la propia Sara Carbonero sino también a su mascota, un coqueto bichón maltés que llegaba a la familia hace apenas un año y aparece en la imagen descansando bajo la mesa. A este comedor habría que sumar la sala de juegos que vimos hace apenas unos días, un espacio muy amplio donde el blanco es el color protagonista.

Sara Carbonero sala de juegos

Sala de juegos de la casa de Sara Carbonero e Iker Casillas

Instagram @saracarbonero

Cuando todos habíamos dado por hecho que la familia volvería a su casa de La Finca, nada más lejos de la realidad. El pasado mes de septiembre iniciaron las obras de la nueva casa que el futbolista, Iker Casillas, ha adquirido en el centro de la capital (zona de Moncloa) de 300 m2 y que se convertirá en el domicilio familiar para Sara Carbonero y sus hijos.

Por el momento la mudanza tendrá que esperar y es que la obra integral promete alargarse hasta el próximo año. Mientras tanto, la pareja sigue viviendo en la casa de Pozuelo de Alarcón a la que llegaron todos sus enseres cuando decidieron volver a casa tras más de cinco años en Portugal.