Es difícil disfrutar de las celebraciones cuando algo tan importante como la enfermedad de un hijo ocupa la mayor parte de tus pensamientos y esfuerzos. Con todo, las fuerzas aparecen de donde menos se las espera. Santiago Cañizares cierra un año muy complicado. Doce meses marcados por la lucha que tanto él como su mujer Mayte libran junto a su hijo Santi. Seguro que ese fue el deseo que pidió al soplar las velas. ¡Muchas felicidades, campeón!
“Aunque haya sido un año difícil, siempre, siempre hay un motivo por el que celebrarlo”. Así felicitaba Mayte el cumpleaños a su marido, el exportero Santiago Cañizares. “Además, hoy quiero gritarlo 'feliz cumpleaños mi rubio'. Vamos a por todas y juntos... Tú ya me entiendes”. Nadie como ella podía saber lo que pasaba por la mente del deportista en estos momentos. La enfermedad de su hijo Santi ha marcado por encima de todo el año que ahora termina.
Tanto el portero como su pareja no han dudado en compartir a través de las redes sociales el día a día de su hijo. La enfermedad saltaba a la actualidad, de hecho, a través de una fotografía que el propio futbolista se animaba a hacer pública. Rápidamente, los mensajes de ánimo llegaban por miles. Admiradores, seguidores y aficionados trasladaban toda su fuerza y su cariño para que esa batalla fue lo más leve posible.
“Esa lección de vida, fuerza, valor, superación y valentía que les estás dando, no hay nada que lo supere”, escribía Mayte en una de las fotografías junto a su hijo. “Por muchas piedras que te encuentres en el camino, ellas no te dejarán caer”. No está siendo un recorrido sencillo pero juntos seguro que pueden con todo. El pequeño tiene todo el apoyo de sus padres y de sus hermanas. ¡Y el de todos nosotros!
Martina, India y el propio Santi pillaron un tanto de improviso a la pareja, que no imaginaba que iba a tener tres niños de golpe. Los trillizos se unían a Sofía, la hija mayor de la pareja. Aunque el portero ya tenía otros tres con su primera mujer. Siete hijos, que se dice pronto. Una familia más que numerosa volcada en la recuperación del pequeño. Ánimo y fuerza.